‘En boca de todos’ se ha desplazado a Calpe, donde una supuesta mafia ha okupado una mansión valorada en dos millones de euros. Una vivienda que podrían haber convertido en en un narcochalé.
En exclusiva, nuestro programa ha tenido la oportunidad de hablar con el presunto okupa y hemos logrado entrar en la vivienda que, según los vecinos, podría estar haciendo las funciones de laboratorio de droga.
“Cada día vienen con coches azules, con tóxicos. Los vecinos se quejan de los olores”, explica el miembro de una empresa de desokupas. Sin embargo, el hombre que vive en la casa declara que no se hace ninguna actividad ilícita en el interior.
“No hay droga, yo vivo aquí desde hace dos años y ocho meses. No hay droga ni se fabrica droga. Vivo aquí porque necesito un terreno para que vivan mis perros. Necesito tiempo para irme de la casa”, explicaba Andre, el supuesto okupa.
El hombre en cuestión asegura que vive legalmente, que trabaja y que nunca a agredido a los vecinos. Pese a que dice hacer todo lícitamente, hay algo que llama poderosamente la atención de ‘En boca de todos’.
Aunque es cierto que nuestras cámaras han podido acceder a la vivienda, ha habido una habitación cerrada que no ha querido abrir y de la que no ha dado ninguna explicación, solo vuelve a justificarse diciendo que no fabrica droga.
Mientras que Andrei pide tiempo para poder encontrar otra casa con jardín en la que vivir con sus perros, Marisa e Iván, madre e hijo y propietarios de la mansión, están viviendo un auténtico calvario.
“Hace cuatro años que perdí a mi marido y yo me fui a Bélgica con mi hijo. Los inquilinos entraron en la casa y es injusto. Han robado muchas cosas, nos han tirado piedras y hay algo extraño que ocurre dentro, nos han dicho que hay droga”, explicaba la dueña en un directo de lo más tenso.