Un hombre ha matado a sus hijos y a su exmujer y luego se ha quitado la vida en Las Pedroñeras, Cuenca. El asesino ya había sido condenado por violencia machista y estaba a punto de ingresar en prisión. Tras estos terribles crímenes, 'En boca de todos' se ha desplazado hasta esta localidad para conocer el testimonio del hombre que halló los cuerpos y hemos podido hablar Amal, una amiga de la víctima.
La víctima tan solo tenía 30 años y los vecinos del pueblo comentaban que todo el mundo había presenciado los maltratos que sufría. "Le daba unas palizas enormes y la cogía del pelo y a rastrar la llevaba hasta su casa", aseguraba una vecina.
Su asesino planeó el crimen con toda la premeditación del mundo, hace meses se había colado en la casa de al lado y había hecho un agujero que le permitía entrar en la casa de su exmujer. Hasta que decidió entrar sin que nadie se lo esperara y acuchillar a sus dos hijos y a su expareja y meterlos en un baúl.
Amal, amiga de la víctima, confesaba, que este hombre le había pegado muchas veces: "Siempre ha tenido problemas con él, le había denunciado muchas veces. La pegaba por la calle, la molestaba y aunque tenía una orden de alejamiento, muchas veces intentaba entrar por la fuerza en su casa".
Tras estas palabras, Nacho Abad comentaba, si en algunas de estas ocasiones había acudido la víctima a un hospital después de alguna paliza, y Amal contestaba: "No, no iba al hospital porque no quería problemas con él y porque tenía mucho miedo". En referencia a las medidas que se habían tomado, Isidro, la persona que halló los cuerpos, señalaba, que muchas veces los guardias civiles habían custodiado la casa, pero que ella misma se había negado a que a su exmarido le colocaran una pulsera telemática para controlar si se aceraba o no a la vivienda familiar.
Para terminar, Nacho Abad, visiblemente afectado por este nuevo caso de violencia machista afirmaba: "Hay un error gravísimo en una cosa y es que este hombre tenía que ingresar en prisión y ha matado antes".