El cantante y bailaor Rafael Amargo ha sido absuelto por la Audiencia Provincial de Madrid del delito de tráfico de drogas en su casa del barrio de Malasaña. Él mismo a la salida de los juzgados afirmaba: “Y ahora qué, quién me devuelve estos cuatro años”.
Y es que han pasado cuatro años desde que se acusó a Amargo de vender droga en su piso. Cuando esto ocurrió, la Fiscalía le acusó de un delito contra la salud pública y esto se complicó cuando el bailaor, obligado a presentarse a firmar en los juzgados, no lo hizo y el juez ordenó su entrada en prisión.
Hoy, el artista, tras su absolución y algo más tranquilo, ha convocado a una rueda de prensa a los medios para comentar los detalles del caso que le llevaron a ingresar en prisión. Mucho más sonriente y tranquilo, comentaba a los periodistas: "Esto ha sido una barbarie, que no solo ha sido contra mí sino que he hecho daño hasta la cultura y la danza".
En referencia a este daño, daba más detalles y señalaba: "He dejado una compañía donde había 35 personas en nómina trabajando. Mi padre ha estado a punto de morir dos veces, mi hijo ha dejado el fútbol (...) es decir, un desastre todo porque todo ha sido un sinsentido y con mucha maldad".
En uno de los momentos de la comparecencia ante los medios, una reportera de 'En boca de todos', preguntaba si va a volver a los escenarios con más fuerza o si este encierro le ha costado la salud, y Rafael Amargo respondía: "No puedo vaticinar lo que va a pasar en un futuro, desde luego la ilusión que tenía no la tengo ahora porque tengo otra edad y lo haré con otra templanza".
Así mismo, el bailaor aseguraba que aún tiene que hacer un gran espectáculo y señalaba el motivo: "Por mi padre lo debo hacer, tengo que acabar por la puerta grande. Si no lo hago a mi padre, que es lo más bonito que tengo, le da algo. Por lo menos tengo que terminar en la Gran Vía con un gran espectáculo".