Durante el día de ayer, 139 hispano-palestinos han llegado a Madrid desde Gaza, pero muchos de ellos denuncian que la repatriación ha sido un desastre.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, decía a la llegada de estos repatriados: “Este es un momento feliz y nos alivia”. Aunque parece ser que no ha sido todo lo feliz que debería haber sido. Algunos familiares han hablado de caos y desorganización y que, al llegar, no han podido ver a sus seres queridos que les esperaban en Madrid. En su lugar, eran obligados a coger autobuses hacia otras zonas de España lejos de la capital.
Un equipo de ‘En boca de todos’ se ha desplazado hasta una estación de autobuses de Madrid para hablar con Dolores Sayans, la madre de una española repatriada, y señalaba: “No he podido ver a mi hija y su familia aún, aterrizó en Madrid y la obligaron a irse a Cáceres en autobús, ahora ya está volviendo”.
La principal denuncia de Dolores es que, al aterrizar en Madrid, los metieran en una sala y los obligaran a meterse en autobuses sin ningún tipo de sentido ni de opción.
Para concluir, Dolores aclara que este problema de organización no ha tenido nada que ver con el ministerio de Asuntos Exteriores y la ministra de Defensa, que han hecho su trabajo al traerlos hasta España, sino con emergencias consulares y afirmaba: “No han hecho caso a los papeles previos, donde indicaban hacía donde se querían dirigir una vez repatriados a España”.