'En boca de todos' ha analizado en profundidad las imágenes que ha emitido en exclusiva 'Vamos a ver' y en las que Daniel Sancho aparece visitando por primera vez la escena del crimen con la policía tailandesa. En ellas, se puede ver al detenido explicando en detalle cómo discutía con Arrieta antes de acabar con su vida y contando la forma en la que repartió su cuerpo sin vida en bolsas de basura.
El chef español habría cooperado en todo momento con los agentes para recrear la escena del crimen y contar paso por paso cómo sucedió. Llama la atención cómo para esta reconstrucción para pedir permiso para lavarse los dientes.
Durante todas las imágenes de la reconstrucción, el hijo de Rodolfo Sancho deja clara su intención de cooperar con los investigadores: "Me he estado comportando, quiero colaborar con vosotros. Quiero seguir comportándome", les dice.
La policía tailandesa se muestra contenta con el comportamiento colaborativo que está teniendo Daniel Sancho para esclarecer el crimen y lo que pasó, ofreciéndole tiempo para darse una ducha.
Daniel Sancho continúa preso en una cárcel tailandesa después de confesar el asesinato y posterior descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. La familia del fallecido ha pedido que caiga todo el peso de la ley sobre el acusado, que se enfrenta a pena de muerte en un juicio próximo.
Clara Murillo nos ha informado en directo desde Tailandia y nos ha contado, en exclusiva, cuándo podría celebrarse la vista, según el jefe de los juzgados: “Durante las primeras semanas del mes de enero, siempre y cuando Daniel Sancho continúe colaborando y confiese, como habría hecho hasta ahora”, explica.
Tal y como ha explicado nuestra compañera, si cambiara de actitud “no sería en enero y se dilataría un poco más en el tiempo. Habría que esperar más meses para la fecha del juicio”.
Pero eso no es todo, tras hablar con el jefe de la Corte de Justicia, hemos podido saber que, por haber cometido el delito de asesinato, Daniel Sancho podrá enfrentarse a un mínimo de cinco años de prisión y que esta pena no podría bajar, solo subir.
Sin embargo, los abogados españoles no pierden la esperanza y quieren intentar rebajar la pena a la que tendría que enfrentarse para que pueda volver a España en cuatro años, algo que, tal y cómo ha explicado nuestra reportera, “según los jefes del juzgado es imposible”.