Domi tenía ocho años cuando se le metió una piedra en el ojo. Desde ese día, ha vivido un auténtico infierno que ha durado nada menos que 58 años. Ningún médico la creía y desde ese día ha recorrido más de veinte consultas sin que nadie hiciese nada por ella.
En 1996, le hicieron una ecografía y un TAC. El oftalmólogo detectó algo extraño, pero consideró que era un quiste. Ya en 2019, en una intervención quirúrgica en Badajoz, por fin, le quitaron la piedra.
Fue entonces cuando denunció y emprendió las acciones judiciales oportunas. Ahora la Justicia le da la razón y una sentencia de un juzgado de Cáceres obliga al SES a pagarle una indemnización de 90 mil euros.
Domi y su hijo han hablado este martes con 'En boca de todos', celebrando que por fin la justicia les esté dando la razón y pendiente de una nueva operación ocular: "Nadie me creía y salía llorando de todas las consultas de médicos y he ido a un montón", nos ha contado la afectada.