El padre de Marga Santamaría falleció en 2013, pero no fue hasta mucho tiempo después cuando la familia se enteró de que había habido irregularidades a la hora de incinerarle. Marga y los suyos serían unos de los afectados por el supuesto timo de la funeraria.
Marga se enteró de lo que ocurrió con su padre porque, meses después de su fallecimiento, la policía les llamó por haber sido unos de los supuestos afectados por la estafa de la funeraria, que habría ganado mucho dinero haciendo ‘cambiazos’ de los ataúdes para luego revenderlos.
“A mí, como hija, el caso del ataúd es lo que menos me importa. No es solo que te han robado la caja, es que han sacado el cadáver, han quemado los cadáveres en palés y han incinerado a la gente en otros tanatorios sin el consentimiento de la familia”, ha explicado en ‘En boca de todos’.
Una de las grandes dudas de las familias afectadas es si las cenizas que les dieron en la funeraria realmente pertenecen a sus seres queridos. “A mí las cuentas no me salen”, ha comenzado Marga. Ella y los suyos estaban dándole el último adiós a su padre y después pasó directamente al horno crematorio. Nadie les ofreció estar presentes en el proceso, lo que ahora a Marga le llama la atención.
Recogieron la urna sobre las cuatro de la tarde. “En mi cabeza lo único que me atormenta es que no ha dado tiempo [en ese periodo] a cremarle, esperar a que se enfríen las cenizas, el cribado… No me salen las cuentas de tiempo”, ha dicho en directo.
Marga cree que lo que han vivido ha sido un “secuestro de cadáver”: “Mi padre ha estado secuestrado. No sabíamos que se lo llevaron por la puerta de atrás a otro tanatorio para incinerarle”.