Susana Díaz ha entrado en directo en ‘En boca de todos’ para comentar la “cena secreta” de Felipe González con sus antiguos ministros y dar su opinión sobre la situación actual del Gobierno.
“A mí me parece bonito que Felipe y Alfonso Guerra se sienten en una mesa”, ha comenzado diciendo la expresidenta de Andalucía. Para ella, es un honor para todos los socialistas que estos políticos se reúnan. “Es historia de España”, asegura.
Además, es consciente de que este encuentro ha tardado en prepararse para que todos pudieran asistir y que ver a todos esos compañeros juntos le hace sentir “orgullosa”.
En cuanto al del delito de malversación que acecha actualmente al Gobierno, Díaz considera que, que haya posiciones diferentes no significa que haya enfrentamientos o divisiones. “En el PSOE siempre hay libertad de expresión”. Además, asegura que apoya a su partido, aunque su posición “no haya cambiado”.
“Siempre hemos tenido opiniones muy dispares dentro del PSOE, esa ha sido nuestra riqueza y nuestra fortaleza”, ha afirmado. Aunque comprende que las decisiones que se están tomando no se entienden igual en Cataluña que en el sur de España.
“Me resulta preocupante que, en este país, de manera preventiva, el poder judicial se anteponga a las decisiones de un legislativo”, ha dicho indignada. Susana Díaz considera que hay una línea roja que va al núcleo de nuestra democracia Lo que está pasando hoy con el tribunal constitucional, solo el hecho de intentar frenar una decisión se recure al tribunal constitucional, pero no impides”, ha concluido.
Alfonso Guerra, Carlos Solchaga, Javier Solana, José Luis Corcuera… hasta 40 socialistas se han reunido en plena guerra abierta por la rebaja de la malversación. El periodista Dani Ramírez, pudo estar presente en esa cena y la califica como un “reencuentro histórico”.
De todos los ministros vivos de Felipe González asistieron todos menos Josep Borrell, por motivos obvios; José Antonio Griñán, condenado por malversación y tampoco un tercer ministro con problemas de salud.
“Quienes estuvieron dentro lo calificaron como una cena entrañable, se abordó por supuesto el tema de actualidad de malversación”, comenta Ramírez. Cenaron en un restaurante navarro de la calle Sagasta que se llama la Manduca de Azagra. Con un menú cerrado 68 euros. Entre todos invitaron a Felipe González.