Logo de cuatro
Deportes Cuatro

cuatro

Si eres principiante en la meditación sigue estos consejos

  • Es importante crear un entorno destinado a la meditación

  • Es mejor comenzar meditando poco tiempo e ir incrementar su duración progresivamente

Iniciarse en el mundo de la meditación puede resultar más complicado de lo que parece. Hay diversas ramas dentro de este tipo de prácticas y, si no se conocen bien qué es cada una de ellas y para qué sirven, puede suponer que mucha gente se eche atrás a la hora de meditar o comenzar en yoga o el pilates.

Para empezar a meditar, solo es necesario tener la actitud y el deseo de hacerlo. Es una práctica que, hasta hace unos años no estaba demasiado expandida en Occidente, pero cada vez más personas se animan gracias a los beneficios que aporta.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, como ocurre con prácticamente todo, los resultados de la meditación no son instantáneos. Requiere un tiempo el empezar a sentir los beneficios que reporta. Solo hay que estar listos para iniciarse y preparar la mente comenzando por dejar a un lado los prejuicios.

Respira y cierra los ojos

Lo ideal es, tomarse un respiro del día a día, y comenzar poco a poco. Para comenzar, basta con parar un minuto al día y dedicarlo exclusivamente a la respiración. A coger aire, y a empezar a entrenar la mente, cerrando los ojos y respirando de forma pausada. Aunque pueda parecer que no, si se realiza esto durante unos días seguidos, notaremos resultados y querremos explorar más allá.

Si queréis comenzar a meditar, lo más aconsejable es dedicar un espacio en casa procurado especialmente para llevar a cabo esta práctica. A poder ser, que sea un lugar limpio, luminoso y decorado para que pueda incentivar a una mayor relajación, pudiendo poner velas o zonas que no perturben nuestro propósito de relajarnos.

Decorar el lugar con piedras, velas o música relajante, ayudará a sentirnos inmersos en el proceso. También es ideal tomarlo como algo rutinario, dedicando a poder ser la misma hora cada día para tomarla solamente para la meditación.

Qué no debe hacer un principiante en la meditación

Más que el hecho de meditar en sí, lo más difícil al comenzar este tipo de técnicas es tener en cuenta lo que no debe hacerse. Es fácil caer en errores y hay varios que se deben evitar para que los resultados sean óptimos.

No sirve de nada meditar en estados de estrés o nervios. Meditar se basa en trabajar la mente y, si estamos alterados, tendremos una menor capacidad de concentración. Es mejor esperar a calmarse o a que los problemas se minimicen, antes que tratar de arreglar un problema ya profundo. No es recomendable tampoco meditar con excesivo cansancio o dolores físicos.

Tampoco ayuda mucho estar durante horas meditando. Cantidad no significa calidad. Lo idóneo es tomarse un pequeño tiempo en espacios acondicionados; lo bueno, si breve, es mejor. Además, meditar tras una comida copiosa nos dificultará también la capacidad de concentración y relajación.

Adaptarse al cuerpo

No hay que forzar tampoco en las indicaciones que se realizan en la meditación. Al querer forzar para conseguir el resultado que las técnicas requieren, nuestra concentración se irá más a hacerlo bien y no a, simplemente, hacerlo. Podemos adaptarlo a nuestras capacidades y tratar de ir llegando más lejos de forma progresiva.

Lo más importante es encontrar el tipo de meditación que mejor se acople a nosotros. Cada cuerpo es un mundo y tiene unas necesidades diferentes. Por eso, hay numerosas ramas que ofrecen diversos enfoques que se adaptan a cada persona. Leer, explorar y probar es ideal hasta encontrar con la clave.