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Remedios para eliminar el dolor de las agujetas

  • El agua con azúcar es una leyenda urbana que no es eficaz ante las agujetas

  • Las cremas musculares con producción de efecto frío, que ayudan a facilitar la reabsorción de la inflamación

Las agujetas son el principal enemigo tras hacer deporte. Al menos, en los primeros días de práctica o tras mucho tiempo de inactividad; después el cuerpo se habitúa y su presencia es mucho menos habitual, salvo que forcemos un músculo o grupo de nuestro cuerpo que no esté acostumbrado a tanta actividad.

Hay muchos remedios para combatir el dolor por agujetas, siendo el principal el de seguir realizando ejercicio para que nuestro cuerpo lo tome como algo rutinario.

Aun así, como esos momentos con agujetas son bastante incómodos y dificultan realizar prácticamente cualquier actividad, estos son algunos remedios para minimizar esta molestia.

¿Qué son las agujetas?

Las denominadas coloquialmente como agujetas son una respuesta de nuestro cuerpo. Básicamente, son roturas de microfibras musculares que tienen lugar cuando el músculo es sometido a una exigencia superior a la habitual. Por eso, resultan tan comunes al comenzar a hacer ejercicio, tras entrenar después de mucho tiempo o incluso después de dar una larga caminata tras un tiempo practicando el sedentarismo.

Mejores remedios para las agujetas

Antes de profundizar en los remedios contra las agujetas, hay que hacer un inciso para eliminar un mito al respecto. El agua con azúcar no elimina las agujetas. Numerosos estudios han determinado que no solucionan esta dolencia muscular; se pensaba que este remedio tradicional eliminaba los cristales de ácido láctico que se formaban en el músculo causando las agujetas; pero estas pruebas han determinado que ni siquiera existen esos cristalitos en el músculo, ya que el lactato sale pronto del músculo para ir a la sangre. El azúcar (glucosa) serviría si el dolor se produjera mientras se está realizando el ejercicio, y no pasadas unas horas o días.

Una de las soluciones más efectivas es, en primer lugar, prevenir. Realizar un estiramiento concienzudo no garantiza que no vayamos a tener agujetas pero, al incrementar la temperatura muscular, podremos minimizarlo. Por supuesto, es importante estirar de nuevo al finalizar el ejercicio.

También es recomendable una ducha de agua fría tras entrenar, ya que ayuda a una recuperación más rápida y reduce el dolor muscular y la rigidez que normalmente asociamos con las agujetas.

Una vez hayan aparecido las agujetas, hecho que ocurre tras las primeras 48 horas tras la realización del ejercicio, se sigue recomendado la realización de duchas frías o incluso someterse a baños de inmersión si es posible.

Otra opción son las cremas musculares con producción de efecto frío, que ayudan a facilitar la reabsorción de la inflamación.

Es muy aconsejable también realizar estiramientos en la zona afectada. Es algo que dolerá mucho, pero ayudará a flexibilizar la musculatura. También, en este aspecto, es recomendable realizar posturas de yoga que nos ayuden a cumplir el mismo objetivo.

Si no notáis mejora podéis recurrir a antiinflamatorios y, sobre todo, a beber mucha agua para que los músculos se hidraten y se acelere su recuperación.