Mantenernos activos, incluso haciendo ejercicio en casa, es vital para un buen estado de nuestro cuerpo. Por eso, últimamente ha crecido el interés mediático por los conocidos como entrenamientos HIIT.
Este tipo de ejercicio ha surgido para que aquellas personas con escaso tiempo para entrenar no se frustren al no poder comprobar los resultados. De esta forma, se aprovecha mucho mejor el tiempo haciendo deporte.
Un entrenamiento HIIT -entrenamiento interválico de alta intensidad- son ejercicios de alta intensidad realizados en sesiones cortas de tiempo.
Es una modalidad muy intensa, destinada a que nuestro cuerpo queme energía y se puedan ver los resultados de forma rápida. Es necesario que este tipo de ejercicios sean cortos, puesto que para mantener el nivel requerido, el cuerpo no aguanta periodos largos de este tipo de actividad.
Por eso, mucha gente está descubriendo la eficacia de los entrenamientos HIIT. No solo porque nos hacen dedicarle menos tiempo a la práctica deportiva, sino porque también son eficaces tanto para aquellas personas que quieran quemar calorías como para deportistas que busquen un mayor rendimiento.
Además de los mencionados beneficios a nivel de maximizar nuestro tiempo y mejorar nuestro estado físico, un entrenamiento HIIT nos puede ayudar a mejorar en muchas facetas.
Entre ellos, mejora nuestra salud cardiovascular, bajando la presión arterial y favoreciendo la bajada del colesterol. También, gracias a la aceleración metabólica, quemaremos muchas más calorías. Para que esto surta efecto hay que llevar a cabo una alimentación equilibrada.
También, gracias a su intensidad, favorece el desarrollo de nuestra musculatura gracias a los estímulos que genera su alta intensidad.
Entre los riesgos, debido al impacto que genera en nuestro cuerpo una actividad tan explosiva, es más fácil caer en lesiones, musculares y óseas, si no estiramos como es debido o si nuestra alimentación no es todo lo correcta que debería.
Teniendo en cuenta estos factores, un entrenamiento HIIT tiene como objetivo que acabemos exhaustos, poniendo al límite nuestro cuerpo. Hay que hacer el mayor número de repeticiones posibles en el tiempo marcado, y seguir estrictamente los escasos segundos de reposo entre un ejercicio y otro.
Los entrenamientos HIIT pueden hacerse adaptando rutinas a nuestro gusto, siempre y cuando tengamos en cuenta el trabajar todos nuestros grupos musculares.
Si somos principiantes, lo ideal es empezar con una rutina no demasiado agresiva. Lo ideal sería, por ejemplo, hacer cuatro ejercicios durante 60 segundos, con intervalos de 20 segundos entre prueba y prueba. Y repetir, al menos, una vez la serie completa.
A medida que vayamos adaptando nuestro cuerpo, podemos hacer entrenamientos HIIT más intensos, incrementando los ejercicios y disminuyendo los descansos en a 15 segundos. Lo ideal es que todas las pruebas vayan bajo la supervisión de un especialista.
Estas son algunas rutinas HIIT que podéis hacer desde casa para aprovechar al máximo el tiempo y notar beneficios en cuerpo y salud. Cada rutina debe hacerse al menos en dos o tres series.
Rutina para principiantes 1
Rutina para principiantes 2
Rutina avanzada 1
Rutina avanzada 2