Antes de hacer la mudanza y recoger las maletas, Luis Suárez, que aún está pendiente de decidir destino -novias no le faltan- tras la conversación que mantuvo con Ronald Koeman y dejarle claro el entrenador holandés que no contaba con él para la próxima temporada, el uruguayo invitó este domingo a su casa a sus amigos Leo Messi, Jordi Alba y la mujer de Sergio Busquets, Elena Galera, entre otros.
Luis Suárez ejerció de anfitrión ante la llegada de Leo Messi, que vino acompañado por su esposa Antonella Roccuzzo. Lo mismo hizo Jordi Alba con su pareja Romarey Ventura.
Tanto Antonella como Elena y Romarey acudieron al domicilio de Luis Suárez conduciendo los vehículos. Allí se encontraron los jugadores en una reunión con sabor a "fiesta de despedida".
El futuro de Luis Suárez aún no está decidido. Sabe que no volverá a vestir la camiseta del FC Barcelona por expreso deseo de Ronald Koeman. Y pretendientes no le faltan. Podría entrar en la operación del Manchester City con su amigo Leo Messi o convertirse en pareja atacante de Cristiano Ronaldo, según especulan algunos medios internacionales.
Por su parte, Leo Messi sigue con su tira y afloja con el FC Barcelona. El argentino tenía meditado abandonar el club mucho tiempo antes de la dolorosa derrota en Champions ante el Bayern de Munich. Tras acabar la temporada, envió un burofax a las oficinas del club para dejar constancia que se quería marchar como agente libre, sin que tuviera que pagar ninguna cláusula de rescisión. Pero el Barça, apoyado por la Liga, considera que el jugador sigue teniendo vigente el contrato y no se podrá marchar a menos que un club pague los 700 millones de euros de cláusula. Ahora mismo, el caso está en manos de las negociaciones entre el Manchester City y el FC Barcelona. El club citizen quiere convencer a la entidad culé para hacerse con el argentino y poder llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes.
El que sabe seguro que seguirá es Jordi Alba. Ronald Koeman habló con el lateral zurdo blaugrana y le comunicó su firme deseo de contar con él para la próxima temporada, aunque se le buscará un recambio para que compita con él en el puesto si se produce la salida de Junior Firpo.
Sergio Busquets también seguirá, pero tendrá un papel mucho menos importante que el que tenía en el césped. Ronald Koeman sigue contando con él pero en muchos partidos su posición la cubrirá De Jong. El técnico holandés quiere que De Jong sea el canalizador del juego del Barça. Por tanto, Busquets tendrá que ver muchos más partidos desde el banquillo de lo que estaba acostumbrado.