Hacer deporte o ejercicio en cualquiera de sus formas siempre es algo tremendamente positivo, ya que reporta en muchos beneficios para nuestro cuerpo. Una de las mejores soluciones, si no tenemos mucho tiempo, es poder practicar yoga desde casa.
El yoga tiene la ventaja de que no necesita de demasiados elementos para poder llevarse a cabo. De una forma fácil y sencilla podemos hacernos con todos los elementos que nos faciliten hacer yoga sin salir de casa.
Lo primero que necesitamos es el material necesario. Lo principal es un tapete de yoga, donde realizaremos los ejercicios. También pueden ayudar accesorios como correas, mantas o almohadas específicas en función de nuestro nivel.
Por supuesto, también es importante vestir ropa cómoda, transpirable y holgada para que no sintamos ningún tipo de presión. Puede que, a medida que progresemos, sea más recomendable vestir ropa más ajustada con la que no se nos mueva en el proceso y pueda distraernos de los objetivos respiratorios.
El lugar es importante. Lo ideal es hacerlo en un espacio lo más abierto posible que nos permita estirarnos o girarnos sin que ningún mueble sufra las consecuencias. Intenta también que la zona sea lo más tranquila posible. Donde no haya ruido ni molestias para poder centrarnos de pleno en el cometido.
Por supuesto, antes de empezar todo el proceso, tienes que tener en mente qué es lo que te lleva a practicar yoga. La mayoría de la gente apuesta por esta práctica para reducir el estrés, pero también puede ser para mantener activo nuestro cuerpo, ayudar a la cura de una enfermedad o lesión o, simplemente, para tener paz espiritual.
En función de nuestras necesidades nos orientaremos a realizar unos ejercicios o asanas u otros. Una vez tengamos claro el trabajar cuerpo, flexibilidad, resistencia, o mente, para calmar la ansiedad o la depresión, organizaremos el tipo de trabajo que queramos realizar.
Hay muchas variedades de yoga y todas pueden ser igual de correctas en función de lo que queramos. El fin no es otro que el de conseguir un bienestar general que nos ayude a nuestro día a día y a mantener un estado de paz y relajación en nuestro cuerpo.
Es importante ponerse objetivos para practicar yoga, siempre teniendo en cuenta que las tres primeras semanas son de adaptación. Para no caer en la monotonía, es necesario actualizar con frecuencia los ejercicios, evitando así que la motivación disminuya. Querer dominar una postura o practicar todos los días son unas buenas metas que fijarse.
En vuestros primeros pasos resulta aconsejable empezar siempre con el saludo al sol, ya que activa todo nuestro cuerpo y mente, preparándolo para los ejercicios de yoga que vengan a continuación.
Si no sabéis qué ejercicios realizar, hay diversos tutoriales en internet con los que podréis encaminaros paso a paso y de forma individual a su correcta práctica. Progresivamente veréis cómo el estado de vuestro cuerpo mejora tanto a nivel físico, como, sobre todo, a nivel interior, una vez sepáis llevar a cabo una correcta respiración.
Con estas pequeñas pautas y, sobre todo, mucha voluntad, podréis prácticar yoga cómodamente desde casa.