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La Junta Médica presenta las conclusiones finales por la muerte de Maradona: “El actuar del equipo de salud fue inadecuado, deficiente y temerario”

  • La Junta Médica apunta a que el trato que recibió Maradona fue inadecuado con respecto a su salud

  • Empezó varias horas antes de su muerte con signos "agónicos" del que el personal sanitario fue ajeno

  • No tuvo atención psicológica tras su ingreso en la clínica a pesar de que era necesario

La Justicia argentina sigue en pleno proceso de investigaciones para esclarecer qué sucedió con la muerte de Maradona. Desde ese mismo momento el equipo médico que estaba a su cargo se le puso en el punto de mira y uno de los más señalados era el médico personal, Leopoldo Luque. La Junta Médica encargada de llevar el caso ya ha presentado sus conclusiones finales acerca de este caso.

La conclusión principal es que “el actuar del equipo de salud a cargo que atendía a Maradona fue inadecuado, deficiente y temerario”, decía el texto que firmaron los 18 de los 20 participantes en esta Junta Médica.

“Si bien resulta contrafáctico afirmar que Maradona no hubiese fallecido de haber contado con una internación adecuada, teniendo en cuenta el cuadro documentado en los días previos a su muerte, en un centro asistencial polivalente recibiendo una atención acorde a las buenas prácticas médicas, concordamos en que hubiese tenido más chances de sobrevida”. Este informe ha sido filtrado antes de que llegara a las manos de la justicia a cargo de la muerte de Maradona.

La psiquiatra y el médico, señalados en el informe

Tanto Luque con Cosachov, psiquiatra de Diego, quedan señalados en dicho texto. “El Sr. Diego Maradona, al menos desde la internación en IPENSA, no se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales, ni en condiciones de tomar decisiones sobre su salud. Considerando el cuadro clínico, clínico-psiquiátrico y el mal estado general debió haber continuado su rehabilitación y tratamiento interdisciplinario en una institución adecuada”.

También en dichas conclusiones se recoge que la muerte de Maradona comenzó mucho antes de que finalmente se produjera siendo los sanitarios a su cargo ajenos a ese estado. “Comenzó a morir, al menos, 12 horas antes de las 12.30 del día 25/11/2020, es decir, presentaba signos inequívocos de periodo agónico prolongado, por lo que concluimos que el paciente no fue debidamente controlado desde las 00.30 horas del día 25/11/2020″.

Se apuntan a otros descuidos que sufrió el argentino por parte del equipo médico. “El cuidado de enfermería durante la estancia en la casa de Tigre, posterior a la externación de Clínica Olivos, se encuentra plagado de deficiencias e irregularidades como fue expuesta en este documento ampliamente (ausencia de controles)”.

“Maradona no presentó correctos controles y asistencia por parte médico-asistenciales, de enfermería y acompañantes terapéuticos ni en tiempo ni en forma. Según dictan las normativas de las buenas prácticas”, aseguran en el documento.

En cuanto a la atención psicológica se recoge que "no existen constancias de atención psicológica no existen constancias de atención psicológicaen el domicilio, luego de la externación de CLIO, las cuales consideramos indispensables para el adecuado tratamiento de la patología que presentaba”.

“A pesar de haber tenido una prescripción adecuada en dosis y posología para su trastorno toxicofrénico, al respecto, no podemos descartar que esta medicación no haya influido en el desenlace fatal, ya que no se realizaron en los últimos 14 días previas al deceso, controles cardiológicos ni de laboratorio”.

En último lugar se habla de la decisión que se tomó acerca de llevarle a un domicilio particular tras su intervención en la Clínica Olivos. “La internación domiciliaria post externación no fue tal, ya que no existieron los lineamientos mínimos de tal internación en un paciente de la pluripatología compleja ya que no existieron los lineamientos mínimos de tal internación en un paciente de la pluripatología complejaque presentaba Maradona. Se puede inferir de la documental que fuera analizada por esta Junta Médica Interdisciplinaria, que el equipo médico tratante se representó cabal y acabadamente la posibilidad del resultado fatal respecto del paciente, siendo absolutamente indiferentes a esa cuestión, no modificando sus conductas y plan médico/asistencial trazado, manteniendo las omisiones perjudiciales precedentemente apuntadas, abandonando ‘a la suerte’ el estado de salud del paciente”.