Carlos Salvador Bilardo sigue respirando fútbol en cada conversación que tiene y a sus 82 años ya ha recibido la primera dosis de la vacuna frente al coronavirus. El exentrenador fue diagnosticado en 2017 con una enfermedad neurodegenerativa y su familia ha preferido ocultarle la muerte de Maradona, Sabella y José Luis Brown.
Su hermano Jorge Bilardo ha explicado las dificultades que tiene el extécnico en su día a día. En 2017, Carlos Salvador Bilardo fue diagnosticado con el síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad que afecta a la cabeza de las personas y que le ha obligado a estar durante un tiempo ingresado en un geriátrico.
“A Carlos ya le pusieron la primera dosis de la vacuna. Hace 10 días fue con su hija Daniela. Estaba contento, ahora está esperando la segunda dosis y vamos a intentar llevarlo a la cancha”, dijo su hermano Jorge a la prensa argentina.
Lo que no han querido decirle a Bilardo es nada sobre las muertes de tres amigos muy cercanos con los que vivió muchas cosas en el mundo del fútbol. Desde que Maradona el pasado mes de noviembre, y más tarde Alejandro Sabella y José Luis Brown, la familia no ha informado al exentrenador.
“A veces se pierde un poco, cambia las fechas. Si Carlos se entera de la manera en la cual murió Diego, los mata a todos. Hace un mes que lo sacamos a Carlos de la clínica y está en su casa. Esto a Carlos le cambió la vida, vivía de noche. Ahora hace una vida normal, antes hacía todo al revés. Ahora lo podemos visitar por lo menos, es todo más fácil”, apuntó su hermano Jorge al medio deportivo argentino ‘Super Deportivo”.
La salud de Bilardo es buena, pero sigue descontrolado en horarios. “A veces me llama a las 2 de la mañana y me pregunta dónde juega tal futbolista. Me dice ‘te la pasás durmiendo’ y me sigue charlando de los partidos”, finalizó su hermano.