Parece que nada ha cambiado en el mundo del fútbol. Y es que aunque la sociedad parece que avanza, las peleas siguen integradas en los campos españoles. Ya sea en la grada entre padres, o de agresiones contra árbitros o incluso tanganas entre futbolistas.
Todo vale y no hay sanciones para nadie. Y este fin de semana volvió a ocurrir algo parecido. Fue durante un partido de la Segunda Real Federación Española de Fútbol entre el Estepona y el Diocesano, que acabó en una espectacular tangana al final del partido.
Se desconocen los motivos pero las imágenes hablan por sí solas. Razak Brimah, portero del conjunto local que ha jugador en el Mirandés, Córdoba y sale de la cantera del Real Betis, perdió los papeles tras el pitido final y protagonizó una imagen para el recuerdo.
Y es que en mitad del terreno de juego, nadie pudo controlar al portero de la selección de Guinea, que comenzó a propiciar golpes contra los jugadores rivales. Puñetazos, patadas y todo tipo de agresiones hacia los visitantes por una jugada al término de los 90 minutos.
Nadie podía controlarle y los jugadores visitantes se limitaron tan solo a escapar de los golpes que el portero estaba realizando contra todos. Ni el club ni el propio jugador han dado ninguna explicación, pero en redes ya hay varios comentarios pidiendo las imágenes previas a la ida de olla del portero.
Según varios aficionados en redes, el portero respondió así después de varios insultos y 'agresiones' de los jugadores visitantes. Sin duda, un motivo que no sirve para justificar la agresión pero que dejaría entrever que se desconocen los acontecimientos previos al vídeo, por lo que podría haber ocurrido mucho más en la previa de las imágenes que están circulando en redes sociales.