Dani Alves ingresó en la cárcel de Brians 2 tras ser acusado de violación. El jugador pidió la libertad, pero no le fue concedida y esperará el juicio recluido. Mientras tanto, en la prisión intenta tener la vida más normal posible a pesar de la gran popularidad del brasileño y es que algunos de los reclusos se están aprovechando de ello.
Los funcionarios que controlan la entrada y la salida de la prisión están viendo cómo cada vez es más habitual ver a las visitas entrar con camisetas del FC Barcelona.
Según ha desvelado ElCaso.com, un interno tiene permiso para moverse por todos los módulos de la prisión. Uno de ellos se encarga de ir recogiendo las camisetas del Barça que familiares han entrado dentro o por paquetería y las lleva al módulo 13 que es donde se encuentra Dani Alves.
El brasileño las firma todas y se las devuelve al interno que tiene permiso para deambular por todos los lugares de la cárcel y es aquí donde empieza el negocio. Ya que esta persona por hacer esta ‘gestión’ se lleva su comisión. En la mayoría de las ocasiones suele ser por tabaco.
Una vez obtenida su remuneración le da a cada uno su camiseta y los presos se la devuelven a sus familiares ya que lo único que querían es la firma de un jugador del Barça en su camiseta.
Dani Alves sigue a la espera de juicio mientras se completa la fase de instrucción. El jugador sigue manteniendo que las relaciones con la joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona fueron consentidas a pesar de que en las primeras declaraciones dijo que no la conocía. El brasileño además ha tenido que hacer frente a un revés personal ya que estando dentro de la cárcel su mujer Joana Sanz pusiera fin a su relación.