Cristiano Ronaldo ya está terminando de hacer las últimas remodelaciones en su mansión de 32 millones de euros, donde vivirá cuando se retire del fútbol profesional, junto su mujer Georgina y sus hijos. Se trata de la propiedad más cara de Portugal, que su construcción finaliza a mediados de este año, pero alguno de los requisitos que tiene el jugador hacen que no puedan mudarse definitivamente allí, al menos en el corto plazo.
La casa del jugador está ubicada en Quinta da Marinha, vecindario de la región de Cascais, perteneciente a la Riviera portuguesa una de las zonas más caras del país ibérico. Mientras que Cristiano se encuentra centrado en su ámbito profesional, en la nueva etapa en el Al-Nassr, en el fútbol saudita, hay un tema que preocupa al portugués en su vida personal: no encuentra un chef que le cocine en su futura mansión.
El medio Daily Mail, confirma que el delantero ex del Real Madrid, está teniendo problemas para encontrar un chef interno en su futura vivienda. El problema que está teniendo es que, las exigencias del jugador son muy altas, ya que quiere a un cocinero que pueda cocinar platos tradicionales portugueses y otros internacionales como el sushi. Otros de los platos que debe ser perfecto es la pizza, ya que el propio jugador confesó que es uno de sus pecados permitidos.
El propio diario asegura que, Cristiano ha invertido una alta cantidad de dinero para poder tener una cocina profesional donde el chef podrá contar con todos los utensilios y productos que necesite, además de un área dedicada para preparar este plato japonés. El cocinero deberá vivir en la propiedad junto al resto del servicio doméstico, por lo que no tendrá gastos diarios y percibirá un salario cercano a los 5200 euros al mes, lo que serán casi 62.000 al año.
En una entrevista con el periódico británico The Mirror, el chef italiano Giorgio Barone, contó las comidas que le preparó a Cristiano Rolando en su paso por la Juventus, cuando se convirtió en su cocinero residente. “No hay alimentos costosos. Utilizo alimentos orgánicos y naturales: pescado, pollo, ternera, huevos, aguacate, aceite de coco y arroz negro”.