Xavi Simons, el joven centrocampista de 19 años, llegó a La Masía en 2010 procedente de C. D. Tháder, cuando apenas tenía siete años. Destacó en las categorías inferiores del FC Barcelona, convirtiéndose en uno de los juveniles mejor valorados del club blaugrana y en el año 2019, sin haber podido firmar un contrato profesional con el Barça, el PSG le fichó con un contrato de 1 millón de euros al año hasta 2022.
Cuando terminó su contrato, el club neerlandés PSV Eindhoven se hizo con el jugador con un contrato por cinco años, con posibilidad de recompra del PSG un año después de la incorporación del jugador al equipo. Desde su llegada al PSV, ha sido un jugador imprescindible para su entrenador, Ruud van Nistelrooy, quien fue una pieza clave para su traspaso y en una entrevista para ESPN declaró: "Tenemos muy buena relación y es un jugador muy importante para mi". Unas declaraciones a las que el joven jugador contestó: "Me explicó muy bien cómo quiere trabajar con el equipo y conmigo. Por mi parte, prefiero jugar como centrocampista ofensivo o central. Quiero que me dejen correr, marcar y asistir."
El pasado octubre Simons concedió una entrevista para ESPN, donde comparó la forma de entrenar que tenía en el Barcelona con la que tuvo en el PSG y tiene en su actual equipo. El jugador reconocía que en el club blaugrana apenas entrenaban en el gimnasio la parte física, se centraban más en el toque de balón, mientras que en los otros clubes daban una gran importancia a la resistencia física: "Creedme, en el Barcelona no hacen mucho trabajo en el gimnasio, trabajan con la pelota, pero no en el gimnasio", confesó. "Cuando llegué a París encontré las diferencias. El PSG trabajan en el gimnasio. La Ligue 1 es una competición fuerte físicamente", añadió el jugador, quien además afirmó que "ser pequeño no importa, lo importante es estar fuerte".
Simons todavía es un muy joven y tiene un futuro prometedor por delante, por eso sus compañeros del PSV quieren ayudar al jugador a mantener los pies en el suelo y trabajar con humildad. Para ello, como podemos ver en el vídeo, le hicieron lavar sus propias botas tras un entrenamiento.