La mítica Maratón de Nueva York celebrada este domingo nos dio una curiosa imagen que ya se ha hecho viral en las redes sociales. El brasileño Daniel Do Nascimento lideraba la prueba cuando recibió la llamada de la naturaleza: el atleta no dudó en entrar a uno de los baños portátiles que hay justo al lado del recorrido. Aunque, eso sí, no parece que fuera solo una cuestión fisiológica y poco después quedaría demostrado.
Do Nascimento, de 24 años, se escapó desde el principio de la carrera y superó la mitad de la prueba con una ventaja de más de dos minutos sobre sus más inmediatos perseguidores, un pequeño grupo de otros ocho atletas entre los que estaban Chebet y su compatriota Albert Korir, además del etíope Shura Kitata o el estadounidense Galen Rupp, entre otros.
Pero en el kilómetro 25, Chebet, de 33 años y que partía como uno de los favoritos, comenzó a acelerar su ritmo a la caza de Do Nacimento, y rompía el grupo perseguidor. El atleta brasileño, debutante en Nueva York, se derrumbó después de llevar más de una hora y cuarenta minutos liderando la carrera.
Siete minutos antes se había detenido con claros signos de agotamiento y mareo. Avanzó unos pasos amagando, pero se recompuso y continuó su marcha. Sin embargo, poco después su cuerpo decía basta y tras caer al suelo era atendido por el personal de la carrera mientras Chebet pasaba a su lado y acababa llegando en solitario a la meta, seguido de etíope Shura Kitata (2h08:54) y el holandés Abdi Nageeye (2h20:31).
La atleta keniana Sharon Lokedi (2h23:23) y su compatriota Evans Chebet (2h08:41) impusieron su ritmo este domingo en la maratón de Nueva York y se proclamaron ganadores de sus correspondientes categorías, en una de las pruebas más famosas del mundo y que este año volvió a acoger a más de 50.000 corredores.
Lokedi, de 28 años y debutante en la carrera neoyorquina, cruzó la línea de llegada por delante de la israelí Lonah Chemtai Salpeter (2h23:30), la etíope Gotytom Gebreslase (2h23:39) o la también keniana Edna Kiplagat (2h24:16) que partían como favoritas entre otras veteranas. Hasta el kilómetro 30, un grupo reducido de corredoras mantuvieron el ritmo de la maratón hasta que las también kenianas Hellen Obiri y Viola Cheptoo y la etiope Gotytom Gebreslase rompieron la carrera en un intento de fuga.
Lokedi, que corrió los últimos compases junto a Salpeter, consiguió despegarse de su compañera en los últimos dos kilómetros y llegar a la meta en solitario. Tras ganar, Lokedi mostró su alegría y agradecimiento por los ánimos recibidos durante los 42 kilómetros de trayecto y también alabó el buen tiempo, cuando ella se esperaba mucho más frío, con una temperatura que alcanzó los 23 grados, una marca inusual en esta época del año.
El Maratón de Nueva York, uno de los más famosos del mundo, forma parte de los ‘six majors’, los considerados seis mejores maratones del mundo, junto con Boston, Chicago, Londres, Tokio y Berlín.
Nacido en 1970, el número de participantes ha ido creciendo año tras año hasta llegar a los 50.000 corredores llegados de todas partes del mundo para recorrer los 42 kilómetros de esta carrera que se extiende por los cinco distritos de Nueva York: Staten Island, Brooklyn, Queens, El Bronx y Manhattan.
Tras el parón forzado por la pandemia, el año pasado se celebró a medio gas, con sólo 30.000 participantes debido a las medidas de seguridad para evitar brotes de covid-19, pero este año ha vuelto a vibrar como en los viejos tiempos, con miles de personas animando a los corredores a lo largo del recorrido, que en muchas partes recibía a los atletas con alfombras doradas de hojas caídas.
Y para entretener a este público, en varios puntos de la carrera se instalaron grupos de música para alegrar la jornada, que arrancó a las 8.00 de la mañana con la salida de los corredores profesionales de silla de ruedas y que se alargó a lo largo de toda la tarde con una carrera multicolor de miles de aficionados.