Betis y Sevilla empataron a uno en un derbi marcado por el juego duro y las provocaciones. Jesús Navas en propia puerta y Gudelj, con un golazo desde fuera de área, fueron los goleadores del encuentro más esperado de la jornada. El derbi de la capital andaluza fue una vez más una guerra en la que, en su fragor, se cobró las expulsiones primero del visitante Montiel y, después, de los béticos Fekir y Borja Iglesias. La alegría fue por barrios vecinos, con un Betis que tuvo que jugar con uno menos casi toda la segunda parte.
Los de Manuel Pellegrini no lograron defender el 1-0 de Jesús Navas en propia puerta en el minuto 43 por culpa de un misil de Gudelj en el minuto 81. El Betis, que buscaba la tercera plaza y hundir de paso a un Sevilla pegado al descenso, enseñó su fútbol vertical y eléctrico, mientras el Sevilla prefería crecer con el balón. En la pelota parada, Rafa Mir casi hace el primero en propia.
Fekir lanzó esa falta peligrosa y poco después tuvo otra más, mientras que Ruibal perdonó un acción preciosa del Betis. El Sevilla respiró cuando tuvo la posesión y tuvo sus opciones cuando presionó arriba a su rival, con algún regalo que no aprovechó. En el minuto 38 llegó la primera roja, de Montiel por una entrada a la rodilla de Álex Moreno, y en el 43', el 1-0 de carambola.
Canales se coló entre los centrales y el despeje de Gudelj pegó en Navas, el cambio de Sampaoli tras la roja, con dirección a portería hasta ver la red con un Bono también desafortunado. El Villamarín rugía cuando el Betis se quedó también con 10 por una roja a Fekir por un codazo a el Papu Gómez antes del descanso.
Sánchez Martínez tomó la decisión también viendo lo sucedido en la tele del VAR y, en la reanudación, volvió a ir a la banda para expulsar a Borja Iglesias por un pisotón por detrás y en el tobillo a Jordán. El Betis vio peligrar entonces el derbi pese a tener las ocasiones más claras, como la sentencia del 'Panda' al final del primer tiempo o otro mano a mano de Álex Moreno ya en el segundo.
Sin embargo, al Sevilla le faltó pegada una vez más, con En-Nesyri con la mirilla desviada. Edgar se hizo gigante en la defensa bética y los de Pellegrini achicaron sin sufrir en exceso, hasta el pelotazo de Gudelj, como el que firmó en Mallorca, desde la frontal. El propio jugador serbio tuvo otras dos, un larguero y una salvada de Claudio Bravo en la última jugada de un derbi muy intenso.