El encuentro de la liga argentina entre el Boca Juniors y el Gimnasia y Esgrima ha sido aplazado este jueves por disturbios con fanáticos que hizo necesaria la intervención de la policía.
La policía bonaerense utilizó balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a una multitud que pretendía ingresar en el Estadio Único, pero que no puedo por una sobreventa de entradas. Los disparos se escucharon desde el campo y los gases se empezaron a filtrar hacia el interior del estadio.
Dichos gases lacrimógenos crearon una humareda que afectó a jugadores y espectadores, por lo que el partido tuvo que ser suspendido a tan solo 9 minutos del pitido inicial. La respuesta de muchos fanáticos fue ocupar el terreno de juego a causa de los gases.
Algunos jugadores como Brahian Aleman, del Gimnasia o Marcos Rojo, de Boca, lanzaron botellas de agua a las gradas para intentar paliar los efectos de los gases lacrimógenos en los aficionados.
Por desgracia, hay que lamentar el fallecimiento de un aficionado del Gimnasia que, con 57 años, sufrió un paro cardiorrespiratorio durante los incidentes.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha repudiado los hechos y ha reiterado su compromiso con la erradicación de las manifestaciones violentas que afectan la seguridad y el normal desarrollo de los partidos.
Por su parte el Ministro de Seguridad de Buenos Aires ha sido tajante: “Haremos una investigación para saber qué pasó. A primera vista el primer problema fueron la venta de las entradas de más. Los clubes tienen que hacerse cargo de la sobreventa. La responsabilidad es de quien organiza el evento”.