La conocida plataforma de streaming, Netflix, estrena el 13 de enero un documental llamado "Break Point", la serie que acompañará a los tenistas a lo largo de la temporada. Uno de sus principales protagonistas es el australiano Nick Kyrgios, quien cuenta la historia de su vida en el primer capítulo.
El documental da visibilidad a los problemas de salud mental, los malos hábitos con el alcohol y la mala gestión de la fama que sufría Kyrgios en sus primeros años. El periódico "New York Post" ha filtrado la conversación que mantiene el tenista junto a su novia, Costeen Hatzi, y su representante, Daniel Horsfall, en la que el australiano confiesa que sufrió un difícil inicio en su carrera profesional: "Los primeros cuatro o cinco años de mi carrera fueron muy caóticos. Cuando Horse (Horsfall) estaba de gira conmigo cuidándome, cuando básicamente solo él me cuidaba, podía ver que mi salud mental disminuía cada semana. Mi vida estaba como fuera de control: bebía todas las noches".
Su representante y amigo, admitió que fueron momentos difíciles y que tenía que mantener controlado al finalista de Wimbledon 2022 en todo momento para que no le ocurriera nada: "Solía tener tu ubicación en mi teléfono y algunas mañanas buscaba físicamente dónde estabas, en qué hotel estabas, en qué casa te hospedabas antes de los torneos, antes de un partido. Eso fue duro", le recordó su representante al tenista.
Tras varios años de incertidumbre sobre su vida y su futuro, Kyrgios decidió que era hora de asentar la cabeza y comenzó a tratarse para buscar una vida "normal": "Pensé, "está bien, no puedo seguir haciendo esto. Tengo que ser más amable conmigo mismo". Por mi salud mental, nunca podría ser uno de esos jugadores que juega todo el año. No pude hacer eso. Valoro demasiado a mi familia, a mis amigos más cercanos y a Cosi (Hatzi) como para anteponer el tenis a eso. No creo que sea saludable".
En el capítulo también interviene su madre, Norlaila, donde relata lo duro que fue ver que su hijo no avanzaba y siempre estaba enfadado con la vida: "siempre estaba enfadado al principio de su carrera, se volvió agresivo" y reconocer que "me preocupo por él todos los días porque ha pasado por momentos realmente infelices".
El australiano se enfrentó a Nadal en el año 2014, cuando aún nadie le conocía, en un partido del torneo Wimbledon. Kyrgios aprovecha el documental para recordar como ese encuentro fue un punto de inflexión en su vida hasta llegar a convertirse en el actual número 21 del tenis mundial, "realmente no sabía lo bueno que era. Cuando tenía 17 años, pensé que tenía un crecimiento acelerado, luego comencé a deslizarme y moverme y las cosas se pusieron bastante serias... 2014, tuve mi gran éxito en Wimbledon y mi vida cambió. Pasé de que nadie supiera quién era yo, a que la gente acampara fuera de mi casa. Ese partido lo cambió todo", sentenciaba.