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Ronaldinho da una ‘clase’ de futvóley en la cárcel de Paraguay

  • El brasileño lleva casi un mes en la cárcel de Asunción

  • Está muy preocupado por el sufrimiento de su madre por verle en prisión

Ronaldinho intenta pasar el tiempo en la cárcel lo mejor que puede y para eso intenta tener siempre cerca un balón. Si hace unos días, su vídeo jugando al fútbol sala en la cárcel arrasó en Twitter, ahora el brasileño ha sido grabado dando una exhibición de futvóley entre los presos de la cárcel en Paraguay.

No hay duda de que Ronaldinho tiene un don especial para jugar al fútbol y lo volvió a demostrar con un vídeo en el que se le ve jugando al futvóley en la cárcel. Sin hacer demasiado esfuerzo gana junto a su compañero todos los puntos y deja un punto de cabeza. Y eso que no era su fuerte.

En el vídeo se puede ver cómo es el interior de la cárcel de Asunción. Los presos tienen una red de voley en el patio y en la que los presos pueden jugar en su tiempo libre. Ronaldinho sigue teniendo al balón como su mejor amigo en la cárcel, y es lo que le hace sonreír y que el tiempo se le pase más rápido.

El brasileño tiene todo tipo de comodidades en la cárcel pero ya está cansado de su situación, como le explicó en una visita al ex jugador de River Nelson Pipino. El ex jugador ha perdido la sonrisa y aunque intenta mantener su mente distraída, su estancia en prisión comienza a ser dura.

Ronaldinho, preocupado por el sufrimiento de su madre

Lo que más preocupa a Ronaldinho dentro de la cárcel es el estado de su madre, con la que habla desde la prisión todos los días, pero que sabe que lo que está pasando muy mal con él retenido en Paraguay. El brasileño se ha integrado en la cárcel y su relación con los presos es muy buena.

No solo ha estado cerca de un balón y ha jugado al fútbol sala o al futvóley, también se relaciona con los presos porque se ha interesado por la carpintería. El brasileño aparenta mucha normalidad y su actitud es muy buena con los reclusos.

Ronaldinho nunca pensó que celebraría un cumpleaños en la cárcel y no fue una celebración cualquiera, porque fue un número especial. El brasileño cumplió 40 años en la cárcel de Paraguay y lo pudo celebrar con una tarta y soplando las velas.