Scottie Scheffler se ha proclamado campeón del último Masters de Augusta que acaparó Tiger Woods con su vuelta a la competición tras su accidente de coche. El golfista estadounidense tras este nuevo título se consolida como número uno del mundo.
El título en Augusta, que ha sido el primer "major" de Scheffler, le mantiene en un privilegiado primer puesto y se suma a los triunfos que ha logrado esta temporada en el Abierto de Phoenix (primer título de su carrera), el Arnold Palmer Invitational y el WGC-Dell Technologies Match Play de golf.
El estadounidense, de 25 años, tiene un promedio de puntos de 10, frente a los 7.9 de Morikawa, los 7.8 de Rahm y los 7.4 del noruego Viktor Hovland, que se mantiene en cuarta posición. La quinta plaza es ahora para el australiano Cameron Smith, con una media de puntos de 7.3.
Tras este reciente triunfo son muchos los aspectos más personales que se empiezan a conocer del jugador de golf entre ellos su creencia en Dios. “Soñaba con tener la oportunidad de jugar este torneo. De hecho, se me saltaron las lágrimas la primera vez que recibí la invitación por correo”, recordó el estadounidense.
A sus 25 años ha dejado de ser una promesa para convertirse en una estrella. Él mismo ha contado la importancia que tiene la fe en su carrera deportiva. “Dios es lo más importante. El Señor me ha dado una habilidad (...) Todo se debe a mi fe. La razón por la que juego al golf es intentar dar gloria a Dios”, comentó. Su práctica por este deporte la lleva a cabo desde pequeño y recordaba así sus comienzos: “Llevaba pantalones del club de golf y una camisa con cuello a la escuela porque quería jugar en el PGA Tour. Se burlaban de mí, con razón”.
A sus 5 años comenzó en el golf y su perseverancia le ha llevado a la cumbre. Su padre le acompañó en el green del Bergen Community College de New Jersey en donde practicaba incansablemente llevándole a terminar las sesiones en penumbra y sin apenas luz.