Si hay un palo de golf que hay que elegir bien es el putter. Sobre todo si eres principiante en el golf ya que en una vuelta puede realizar entre 30 y 40 putts. Antes de meternos en aspectos más técnicos hay que decir que existen los diferentes tipos según el diseño de la cabeza.
Putters Blade: son los más clásico por lo que cada vez se utilizan menos. Debido a los avances del mercado apenas tiene grandes cualidades con respecto a otros, tiene gran peso en el centro de gravedad y no ofrece ninguna ventaja en la alineación.
Putters hell-toe: tienen una característica en común con los blade, el tamaño, aunque estos lo reparten más en los extremos. Suelen estar fabricados con acero y algunos contienen insertos que suavizan el lanzamiento.
Putters mallet: Su cabeza es más alargada. Es recomendables para aquellos que busquen un movimiento pendular o les cueste alinearse. Distribuye el peso y junto con la colocación de la varilla proporciona un mayor momento de inercia.
Un aspecto súper importante a tener en cuenta a la hora de escoger un putter es la medida de la varilla. De esto dependerá la posición en la que partas. Si tienes uno con la longitud adecuada a tu altura, tu colocación será correcta, sino ya tendrás serios problemas para realizar un buen golpeo.
Dentro del mercado lo más común que puedes encontrar son los de 34” para hombres y 32/33” para mujeres. Para saber elegir la medida adecuada tienes que encontrar el equilibrio entre la distancia y el control.
Este es un elemento especial. Tiene una varilla mucho más larga por lo que a la hora de ejecutar el movimiento es muy distinto. El deportista tiene que sujetarlo con una mano contra su pecho y la otra será la encargada de hacer el golpeo. Su uso está prohibido precisamente por esto, porque no se puede anclar el putt a ninguna parte de tu cuerpo, por lo que no es en sí el palo el que no se puede utilizar sino la manera de ejecutarlo.
Es la única parte con la que tenemos contacto por lo que se tiene que adaptar al usuario lo mejor posible. El más recomendable es el 'Superstroke' ya que tiene el mismo grosos en todos los lados y con ellos se evitará que se quiebren las muñecas a la hora de hacer un putt.
Para ello es importante que antes que nada hagamos un buen fitting para saber qué es lo que mejor se adapta a nuestro cuerpo y juego. El peso estándar de la cabeza de un putter es de 360 gramos para varillas de 35". Es recomendable que la varilla sea más corta y la cabeza tenga más peso.
Un aspecto muy a tener en cuenta es cómo se reparte el peso y el equilibrio por la cabeza y según esto habrá dos tipos:
Face balanced: aquí se reparte de manera uniforme y es recomendable para los que hacen el movimiento pendular correctamente en el golpeo.
Toe weighted: su peso recae mayoritariamente en el talón y son para aquellos que hacen el movimiento pendular en forma de arco o con una leve curva.