El golf es uno de los deportes más practicados en España. Con un total de 269.000 licencias en todo el país, solo el fútbol, el baloncesto y la caza tienen más deportistas federados que el golf, una señal de la importancia que tiene esta práctica en España. Pero, al contrario que sucede en otros deportes, hay que seguir algunos consejos para comenzar a jugar al golf.
Lo primero en lo que coinciden todos los expertos es en que no hay que tener prisa. El golf es un deporte que necesita de paciencia: nadie nace aprendido y será un proceso lento, pero delicioso, en el que se aprenderá a golpear la bola. Aunque, a diferencia de otros deportes, en el golf la bola está parada, el hecho de que no esté en movimiento al golpearla no significa que sea algo sencillo para quienes lo intentan por primera vez.
Por eso, otro buen consejo para iniciarse en el golf es contratar clases particulares por parte de un profesor. Cuanto antes se haga, antes se conseguirán afianzar los conceptos básicos para, a partir de ahí, comenzar a crecer como jugadores. Otra opción puede ser dar clases en grupo, una idea muy interesante porque, además de recibir las indicaciones del instructor, podemos fijarnos en los errores que cometen el resto de alumnos, adoptando las instrucciones que ellos reciben del profesor a nuestro propio juego.
Una de las mejores decisiones cuando alguien se inicia en este deporte es hacerlo en compañía. El golf es un deporte que requiere de tener alguien al lado porque la diversión es lo más importante y jugar en pareja es imprescindible para disfrutar del juego. Al principio puede ayudar con la motivación y un pique sano sobre quién lo hace mejor; pero, después, cuando vayamos mejorando, será aún más divertido. Si se pregunta a los jugadores, casi la totalidad de ellos responderán que prefieren jugar en compañía a hacerlo en solitario.
Una buena idea para los primeros días de práctica del golf es comprarse un guante, una pequeña inversión que nos ayudará a librarnos de las ampollas. La razón es que los jugadores noveles agarran con mucha fuerza el palo en sus primeros contactos con el juego, por lo que suelen aparecer ampollas. Haciéndonos con un guante evitaremos ese pequeño problema para disfrutar desde el primer día.
Para comenzar a practicar este deporte apenas hay que gastar dinero. El primer paso es acercarse a cualquier campo de prácticas para lanzar algunas bolas, algo que solo cuesta unos euros en el alquiler del palo y las bolas. Solo después de que aprendamos a hacer nuestro swing con los consejos del profesor que hemos contratado será el momento de comprar nuestro primer palo. La razón es que con los consejos del instructor nuestro estilo cambiará y hay palos para cada estilo. Al dar los primeros pasos en este mundo, lo mejor es dejarse asesorar por los profesionales que trabajan en las tiendas de golf con la equipación que mejor conviene a cada jugador.
Una vez que ya se tienen las primeras nociones de juego y ya somos capaces de golpear con cierta soltura a la bola llega el momento de federarse para poder salir a jugar a un campo. Estar federado es imprescindible para poder ir a jugar a cualquier campo de golf de España, algo que también sucede en otros países del mundo. La licencia, además de permitirnos el acceso al campo, también incluye un seguro de responsabilidad civil que cubre accidentes, lesiones, etc.
Después de federarse llega el momento de hacerse el hándicap. Se trata de un número que recibe cada jugador y que señala su nivel: el hándicap es el número de golpes de más que puede hacer ese jugador respecto al par del campo. Es decir, si el recorrido de un campo de golf normal de 18 hoyos es de 72 golpes y nosotros tenemos un hándicap 36, el que se recibe nada más federarse, significa que nuestro nivel es de completar el campo en 108 golpes.
Se puede estar federado sin hándicap, lo que permite acceder a campos de golf si no se trata de una competición oficial, pero si queremos jugar un campeonato es imprescindible tener el hándicap. Ese número, además, ayuda a que varias personas de diferente nivel puedan competir en igualdad de condiciones: si juegan un partido entre una persona con hándicap 12 y otra con hándicap 22, la primera tendrá que completar su recorrido en 84 golpes, mientras la segunda podrá hacerlo en 94. Cuanto mejor jugador se sea, más bajo será el número del hándicap.
Una vez que ya estamos federados y tenemos hándicap solo nos queda elegir el campo de golf que más nos guste para comenzar a jugar regularmente. No hay que olvidar calentar antes de salir a jugar, ya que en el golf se mueven muchos más músculos del cuerpo de lo que parece y también se producen lesiones, al igual que en otros deportes. La regla de oro para quienes se inician en este mundo es no tener prisa y no desesperarse o frustrarse ante los errores. El mejor consejo para comenzar a jugar al golf es la perseverancia y la práctica para disfrutar de un deporte único que atrapa a quien lo conoce.