Según las estadísticas, el golf es el cuarto deporte más practicado en España por número de licencias. En nuestro país había, en el año 2019, más de 269.000 deportistas que salían periódicamente a jugar al golf en alguno de los muchos campos que están repartidos por nuestro país. Pero, si no fuera por Severiano Ballesteros, la gran mayoría de ellos estaría hoy practicando otro deporte.
Porque Severiano Ballesteros fue un pionero, el hombre que abrió el camino del golf en España y con quien nuestro país tiene una deuda que nunca podrá pagar. Seve llegó muy pronto a este deporte gracias a que su padre era el jardinero del campo de golf de Pedreña, uno de los pocos que había en España en los 60. Se hizo profesional con solo 17 años y poco después su nombre comenzó a sonar con fuerza en el golf mundial. Su llegada causó un gran impacto y tras ganar el Open Británico en 1979, fue el primer europeo en conquistar el Masters de Augusta. Fue en 1980 y se colocó la mítica chaqueta verde con solo 23 años: nadie lo había conseguido tan joven.
A lo largo de su carrera, Seve fue un referente mundial. Ganó 3 veces el British Open, 2 el Masters de Augusta y un total de 96 torneos a lo largo de su carrera. Pero, sobre todo, dejó una huella imborrable en el golf mundial. Fue tal su importancia que consiguió que España fuera el primer país europeo que acogía la disputa de la Ryder Cup. Ganó la Ryder cuatro veces como jugador y otra como entrenador y su fallecimiento en 2011 víctima de un cáncer provocó una profunda impresión tanto en el deporte español como mundial. Sin duda, Severiano Ballesteros ha sido el mejor jugador de golf de España.
Seve fue el mejor y el espejo en el que mirarse para José María Olazábal. El guipuzcoano debutó en 1986 como profesional con solo 20 años, pero fue en la década de los 90 cuando logró sus mayores éxitos, entre los que figuran dos Masters de Augusta. Sin embargo, su buen hacer desde sus primeros torneos le permitió que, hoy en día, siga siendo el jugador que menos torneos necesitó para lograr sus primeras ocho victorias: lo hizo en 66 apariciones, menos de las que necesitó el mismísimo Tiger Woods. Olazábal ganó cinco veces la Ryder Cup, 4 como jugador y en 2012 como capitán, y formó con Seve la mejor pareja de todos los tiempos en esta competición.
Dos años antes de Olazábal nació Miguel Ángel Jiménez. 'El pisha', como se le conoce en el circuito, nunca ganó un grande durante su etapa profesional, pero ha conseguido entrar en la historia como el jugador con más torneos disputados en el circuito europeo, superando la cifra de 700. Ganó 20 torneos durante su etapa profesional y ha ganado varios 'major' desde que participa en los torneos senior que visita por medio mundo. Su sonrisa perenne junto a un puro es una de esas fotografías que todos los aficionados al golf guardan en su memoria y que siempre estará ligada a la figura del golfista malagueño.
Tras la marcha de Olazábal y Jiménez, el peso del golf español recayó sobre las espaldas de Sergio García. Apodado 'El Niño' por ser un talento que deslumbró siendo aún muy joven, está entre los cinco mejores jugadores de golf de España de todos los tiempos, pero también entre los mejores del mundo en el siglo XXI. Ganó el Masters de Augusta en 2017 y contribuyó a que Europa lograra seis Ryder Cups de las nueve ediciones en las que ha participado. Sus tiros imposibles han marcado su carrera en la que ha ganado más de 35 títulos.
El último en llegar a la lista de los mejores jugadores de golf de España ha sido Jon Rahm, pero lo ha hecho con tanta fuerza que se lo ha ganado por derecho propio. A pesar de su juventud (nació en 1994), ya ha luchado por la victoria en los 'majors', ocupando las primeras posiciones y alcanzando el número 1 de la clasificación mundial, algo que solo había conseguido anteriormente Seve Ballesteros entre los jugadores de golf españoles.
Jon ya despuntó antes de dar el salto al circuito profesional, ya que fue número uno del ranking mundial amateur durante 60 semanas, algo que nadie más ha logrado. En su aún corta carrera ya ha logrado más de una decena de victorias, tanto en la PGA como en el Circuito Europeo, y muchos le vaticinan un futuro prodigioso.
Severiano Ballesteros, José María Olazábal, Miguel Ángel Jiménez, Sergio García y Jon Rahm son, sin duda, los mejores jugadores españoles de golf de todos los tiempos. Un deporte que no deja de crecer en nuestro país y que tiene el futuro asegurado con otra enorme cantidad de buenos jugadores que vienen empujando fuerte por detrás.