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Cómo prevenir lesiones en el golf

  • El golf es el deporte más técnico y, por tanto, el que más hay que entrenar

  • El calentamiento es imprescindible para evitar problemas físicos

  • La postura que se utiliza para golpear a la bola debe ser la correcta en todo momento

Siempre ha sido tildado de deporte elitista y puede que el golf tenga una parte que así sea, pero lo cierto es que en los últimos años se ha popularizado y ya hay un gran número de clubes de golf en busca de jóvenes talentos a los que se les facilitan instalaciones y material para que se inicien en la práctica de este deporte. Y empezamos por remarcar esto, porque un buen aprendizaje en las primera lecciones sobre técnica individual será el primer paso para evitar lesiones, por ejemplo, posturales o en golpeos. No olvidemos que, si hablamos de golf, es posible que estemos tratando con el deporte más técnico o preciso que haya, por lo que requiere mucha concentración y una excelente ejecución en el uso de los palos de glof. Esta ejecución nos ayudará, en parte, a evitar lesiones.

Siempre que abordamos la práctica deportiva hay una serie de rutinas que se hacen indispensables como el calentamiento, estiramientos y un incremento gradual de la intensidad antes de empezar. En este deporte, desde el principio, debemos fijarnos en determinados movimientos que nos ayudarán a prevenir lesiones en el golf.

Lesiones en el golf

Lo principal es saber hacer un golpe de inicio bien ejecutado, lo que llaman el “swing”. Debemos ser persistentes y hacer miles de repeticiones para conseguir uno bueno que nos ayudará tanto a evitar lesiones como a recorrer grandes distancias. Para ello debemos poner los pies rectos, separados y dirigidos ligeramente hacia afuera, que estén a la altura de los hombros, con las rodillas ligeramente flexionadas y con la columna todo lo recta que se pueda sin llegar a ser una 'estaca'; es decir, firme pero flexible. El tronco ligeramente inclinado hacia adelante e iniciar un movimiento de cadera para simular el golpe. Y sí, hablamos de simular porque antes de plantarnos delante de una bola sería muy interesante realizar estos movimientos cientos de veces ya que, como decimos, el primer paso para evitar lesiones es una buena técnica.

Y es que en un "swing" de golf intervienen casi todos los grupos musculares del cuerpo y hemos de ser muy serenos a la hora de los impactos, equilibrando todos ellos para que ninguna parte sea más protagonista que otra y nos provoque una lesión por sobre esfuerzo. Un error muy común que nos dirige directamente a una tendinitis es el uso excesivo de las muñecas a la hora del golpeo. Es tan común este error técnico que la lesión es conocida como 'codo de golfista', una distensión en el grupo de músculos del antebrazo que deriva en una inflamación de los tendones. Es cierto que, por el mismo motivo, nos sonará el 'codo de tenista', derivado del mismo motivo y porque en ambos deportes tiene mucha importancia el “swing”.

Un tercer punto importante a la hora de evitar lesiones y que, obviamente, también tiene mucho que ver con la técnica, es el balanceo del palo en el momento del impacto. Como dicen los mejores profesores de la disciplina, la trayectoria del "swing" ha de ser consistente, constante y precisa, sin emplear golpes excesivamente fuertes, pero sí firmes. Es evidente que hacerlo es mucho más difícil que escribirlo, pero ahí radica la importancia del aprendizaje. El momento de los golpeos no deben ser muy fuertes, al menos al principio, porque la fuerza empleada para ganar distancia es algo que se irá consiguiendo a lo largo del tiempo; y tampoco tienen que ser ejecuciones excesivamente rápidas, porque si no estás en un grupo avanzado, lo más probable es que se pierda mucha precisión.

Calentar para evitar lesiones

A partir de aquí y suponiendo que seguiremos practicando la técnica, hay otros puntos importantes para evitar lesiones en el golf. Lo comentamos al principio, pero es importante recordarlo cuantas veces sea necesario: un buen calentamiento es imprescindible. En el caso del golf se recomienda una caminata o un trote mínimo y realizar algunos saltos, ya que por el tipo de deporte que practicamos, vamos a poner en movimiento todo el grupo muscular y es importante que todo esté listo para el primer "swing", también la mente.

Estiramientos múltiples, muñecas, antebrazos, brazos, tronco, espalda, hombros, pelvis... Todo lo que entra a formar parte del juego. Es muy importante tener una buena rutina que, además, podemos utilizar para concentrarnos en lo que van a ser nuestros primeros golpes. Por último, el "swing" en sí. Deberemos empezar a simular el golpeo de menor a mayor intensidad antes de enfrentarnos a la bola real y la salida del primer hoyo o del campo de prácticas.

Pero, ¿qué más podemos hacer para ir mejorando poco a poco nuestro juego general? Pues, además de la técnica en un deporte como el golf, donde siempre se está aprendiendo, es bueno agregar una serie de ejercicios que también nos ayudarán a evitar las lesiones. Para golpear más lejos o más fuerte, juega un papel muy importante la técnica, sí, pero no podemos tampoco ser unos ciegos como para decir que una buena musculación no ayuda a ganar una fuerza extra.

Ejercicios de flexibilidad, también ayudan mucho para ganar rango de “swing” y golpeo. Pilates es una buena opción para conseguirlo como complemento. Ni que decir tiene que otros ejercicios aeróbicos como correr, nadar o la bicicleta suman en el objetivo global de mejorar y no lesionarse. Por último, parece una obviedad decirlo, pero golpear la bola en lugar del suelo, ayuda mucho a no lesionarse. Aunque suene tonto, los principiantes suelen tener lesiones en codo y muñeca por este motivo que, a la larga, pueden degenerar en cosas más graves.

No queremos finalizar estas pequeñas recomendaciones sin mencionar otras dos lesiones que son habituales y muy fáciles de evitar. La primera es la que viene de una mala selección del calzado. Para la práctica del golf es importante estar cómodo y los tacos cortos serían una buena opción en casi todas las condiciones ambientales. Un poco más largos si el clima es muy húmedo o lluvioso, pero una mala elección del calzado puede provocar lesiones en rodillas y tobillos. La segunda, es el uso adecuado de gafas de sol y protección para la piel. Como podemos imaginar, al ser el golf un deporte de exteriores, ambos elementos deben formar parte imprescindible de nuestros hábitos y rutinas. No olvidarlo nunca, ya que largas exposiciones al sol pueden provocar cosas más graves que una simple lesión muscular.