Entre los casi 11.000 deportistas que participarán en los Juegos de Tokio, estos son las diez grandes estrellas de cuya actuación estará pendiente el planeta olímpico:
La final de 100 metros de los Mundiales de Londres 2017 la tuvo que contemplar por televisión un día antes de dar a luz a su primer hijo, Zyon. La siguiente, en los de Doha 2019, ya fue una nueva exhibición del cohete de bolsillo (pocket rocket), que venció con 10.71, entonces quinta marca de la historia.
La pequeña Shelly-Ann Fraser-Pryce (152 centímetros de estatura) vuelve por sus fueros con 34 años. Campeona olímpica en Pekín 2008 y Londres 2012, se presenta en Tokio con la segunda marca de la historia (10.63), conseguida hace mes y medio en Kingston.
SAFP no tendrá que batirse con su principal adversaria, Sha'Carri Richarson. Un canuto de marihuana a destiempo, coincidiendo con los campeonatos de Estados Unidos, ha dejado fuera de los Juegos a la sexta más veloz de la historia (10.72). Cuando empezaba a temblar el récord mundial de Florence Griffith-Joyner (10.49), el gran duelo olímpico femenino no podrá contemplarse en Tokio.
En posesión de cuatro récords mundiales en distancias comprendidas entre la milla y los 10.000 metros, Sifan Hassan se ha inscrito para Tokio en las distancias de 1.500, 5.000 y 10.000.
Al principio no desdeñaba el ataque a un triplete sin precedentes en los anales del atletismo, pero un arrebato de sensatez la indujo a bajar de la nube y a precisar que en Tokio solo pretende competir en dos, aunque prefiere aplazar la elección hasta el último momento.
Hassan tiene los récords mundiales de la milla (4:12.33), 5 km en ruta (14:44), 10.000 (29:06.82) y la hora (18.930 m). También los récords de Europa de 1.500 (3:51.95), 3.000 (8:18.49), 5.000 (14:22.12) y medio maratón (1h05:15), pero siempre se verá perseguida por la sombra de su antiguo entrenador, el "gurú" Alberto Salazar, suspendido por cuatro años como responsable de una trama de dopaje como partícipe del Nike Oregon Project (NOP), grupo de entrenamiento de alto nivel.
Reina indiscutible de la natación mundial la estadounidense Katie Ledecky se enfrentará a una situación inédita en los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que verá por primera vez amenazado su reinado por la irrupción de la australiana Ariarne Titmus.
El desafío obligará a Ledecky, de 24 años, a mostrar su mejor versión si quiere revalidar en el Centro Acuático de la capital japonesa las cinco medallas, cuatro de ellas de oro, que conquistó en los Juegos de Río.
Especialmente en los 200 y 400 libre, en los que la australiana llega a la cita olímpica con mejores tiempos que Ledecky, así como en el relevo 4x200, prueba en la que el cuarteto australiano ya arrebató el oro a Estados Unidos en el pasado Mundial de Gwangju 2019.
Donde no hay dudas del triunfo de Katie Ledecky es en los 800 y, sobre todo, en los 1.500 libre, en los que la estadounidense aspira a convertirse en la primera campeona olímpica de la prueba larga que se estrena en Tokio en el programa femenino de los Juegos.
Desde que ganó cinco medallas olímpicas en Río 2016, y sin tener en cuenta el año sabático que se tomó después, en las últimas cuatro temporadas Simone Biles ha disputado 11 finales mundiales en las que se ha adjudicado nueve oros, una plata y un bronce. No sabe lo que es bajarse del podio.
Consciente de su abrumadora superioridad sobre sus rivales, Biles compite ahora contra sí misma. Las nuevas dificultades que imagina y ejecuta han revolucionado el código de puntuación, que ya incluye cuatro elementos con su nombre.
Su derrota en la segunda jornada de la pruebas estadounidenses de selección ante Sunisa Lee, de solo 18 años, que la hizo llorar, no deja de ser un estímulo para una gimnasta superlativa que ha tenido pocas adversarias a su altura.
Tiene ante sí el reto de revalidar el título olímpico individual, algo que solo han logrado en toda la historia la rusa Larissa Latynina y la checa Vera Caslavska.
Seis veces elegida por la FIFA como la mejor del mundo, Marta es una leyenda en activo del fútbol femenino. Máxima goleadora histórica de la Selección Brasileña y de los Mundiales, a la actual delantera del Orlando Pride todavía se le resiste ganar un gran trofeo con su país y a los 35 años busca acabar con esto.
Estos serán sus quintos Juegos Olímpicos, pero su reacción al conocer la convocatoria fue como si de la primera vez se tratara: “¡Es emocionante! Tenemos un orgullo enorme de vestir nuestra camiseta 'amarelinha' y representar a nuestro Brasil", dijo rozando el llanto en un vídeo compartido en redes sociales.
Viaja a Tokio ya con dos medallas de plata olímpicas en su haber -Atenas 2004 y Pekín 2008- y otro subcampeonato en el Mundial Mundial de China, en el que fue elegida Balón de Oro, por lo que el oro lo tiene entre ceja y ceja. París 2024 quizá se le quede lejos, lo que hace que su presencia en Tokio 2020 pueda ser una despedida.
En Tokio habrá atletas con más credenciales que Trayvon Bromell, como el gigante Ryan Crouser, que acaba de batir en Eugene el récord mundial de peso (23,37). Sin embargo, el de 100 metros es el título olímpico más apetecido del atletismo y tal vez el de mayor potencia mediática de todos los Juegos.
Bromell, campeón estadounidense y séptimo en la lista de todos los tiempos con 9.77 (la mejor del mundo, este año), ha sido señalado como favorito por el más grande de todos los tiempos, Usain Bolt, y hablando de velocidad pocas voces hay tan autorizadas como la del astro jamaicano.
Si se cumple el pronóstico de Bolt, le sucederá en el trono olímpico su propia contrafigura: un velocista bajito (1,72, frente a sus 1,95) y apretado (frente a su estampa longilínea), que asistió como último clasificado en la final de 100 metros, a la última gesta olímpica del jamaicano, en los Juegos de Río 2016.
Desde los tiempos de Sergey Bubka, el coleccionista de récords mundiales (35), la pértiga no había gozado de tanta popularidad. El responsable, un sueco de 21 años, hijo del pertiguista estadounidense Greg Duplantis y de la heptatleta sueca Helena Hedlund, que ha heredado unos genes de primera calidad.
Dotado de una combinación imbatible de técnica, garra y elasticidad, Mondo, que así se le conoce en el mundillo atlético, ha instalado su campamento base en los 6 metros y desde ahí ataca una y otra vez su propio récord mundial, que está en 6,18.
El 6 de junio saltó en Hengelo 6,10 y con esa marca acude a Tokio como líder mundial del año. Nadie más que él ha superado los seis metros esta temporada al aire libre. Su predecesor, el francés Renaud Lavillenie, apunta franca recuperación con sus 5,92 y, sobre todo, sus 6,06 en pista cubierta, pero Mondo reside en un escalón superior al resto.
El estadounidense Caeleb Dressel llega a la capital japonesa, donde aspira a colgarse seis medallas de oro, dispuesto a reclamar el trono de la natación mundial que quedó vacante tras la retirada del legendario Michael Phelps a la conclusión de los Juegos Olímpicos de Río.
Nadie ha hecho más méritos que Dressel, ganador de ocho medallas, seis de ellas de oro, en los pasados Mundiales de Gwangju 2019, para ceñirse la corona de Phelps.
Un reto en el que Caeleb Dressel, de 24 años, no sólo tendrá que luchar contra el recuerdo de Phelps; además se encontrará en Tokio con un puñado de formidables rivales dispuestos a impedir su llegada al trono.
Empezando por el australiano Kyle Chalmers que se perfila como el principal rival de Dressel en los 100 libre, la primera de las tres pruebas, además de los 50 libre y los 100 mariposa, que el norteamericano nadará en Tokio, donde el de Florida luchará también por el oro en los 4x100 libre y los 4x100 estilos, tanto en la categoría masculina como mixta.
El número uno del tenis mundial ha firmado una temporada de vértigo, con victorias en los tres primeros Grand Slams del año, Australia, Roland Garros y Wimbledon, por primera vez en su carrera.
Si se impone en los Juegos de Tokio y unas semanas después en el Abierto de Estados Unidos será el primero en ganar el 'Golden Slam', suma de los cuatro grandes y el título olímpico. Ya conoce lo que es triunfar sobre las pistas de Tokio, donde venció en el torneo de 2019.
El cuadro de participantes le favorece: Rafael Nadal, Roger Federer o Matteo Berrettini no viajan a Japón, así que el ruso Daniil Medvedev, el griego Stefanis Tsitsipas y el alemán Alexander Zverev serán sus mayores obstáculos en su camino hacia una gesta inédita.
El alero estrella de los Brooklyn Nets encabeza la lista de los 12 jugadores que forman este año la selección estadounidense, entrenada por el técnico de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich.
Durant sale en busca de tercera medalla de oro con el equipo de las Barras y las Estrellas, que lleva cuatro títulos olímpicos consecutivos.
Eliminado con los Nets esta temporada en semifinales de la Conferencia Este de la NBA ante los Bucks, ofreció en esa serie partidos memorables, como los 48 puntos del séptimo partido, en el que sin embargo falló un triple en los últimos segundos de la prórroga.
Tras sendas derrotas ante Nigeria y Australia en su gira de preparación, posteriores victorias sobre Argentina y España, las dos finalistas del último Mundial, colocaron de nuevo a los estadounidenses en su posición natural de máximos favoritos