Paul Skorupa protagonizó en la pasada jornada del Mundial de Balonmano una escena que nada tiene que ver con el deporte. El jugador estadounidense acabó siendo expulsado por moder a un rival en el partido en donde se enfrentaba a Baréin. Una escena que recuerda a otras acciones que pasaron a la historia del deporte como el mordisco de Tyson a la oreja del rival o el de Luis Suárez a Quiellini en el hombro.
A los diez minutos de la segunda mitad Skorupa, jugador del Lübeck-Schwartau, conjunto de la Segunda División alemana, trató de morder en el hombro al jugador bareiní Husain Al-Sayyad.
Un intento de agresión que los colegiados confirmaron tras ver las imágenes de vídeo lo que le costó al estadounidense primero la tarjeta roja y luego la azul, lo que implica que los árbitros entienden que la acción puede ser merecedora de algún encuentro de suspensión.
Opinión que no comparte Paul Skorupa, que tras el encuentro insistió una y otra vez que no había mordido al jugador bareiní.
"Me defendí con la cabeza, pero nunca le mordí. Puedes ser que su hombro esté un poco rojo, pero probablemente fue mi golpe con la cabeza lo que lo causó"; señaló Skorupa en declaraciones a la radio danesa DR Sporten.
Unas palabras que contrastan con las de central de Baréin que insistió en que el jugador estadounidense trató de mordele.
"Simplemente no sé qué pasó. Vinimos a jugar un partido de balonmano y trató de morderme en el brazo. Quizá quería provocarme, pero no le funcionó", indicó Al-Sayyad en declaraciones también a la radio pública danesa.
Incidente que no impidió a Baréin alzarse con la victoria por 27-32, gracias en gran medida a los once tantos de Husain Al-Sayyad, un resultado que mantiene vivo al equipo asiático en la pelea por los cuartos de final, de los que se despidió matemáticamente Estados Unidos.