La pandemia del COVID19 ha provocado un auténtico caos internacional desde su expansión en marzo de 2020. Miles de fallecidos y graves consecuencias de todo tipo han conllevado un cambio de mentalidad en buena parte de la sociedad. Otros coronavirus, más desconocidos, siguen muy presentes y pueden provocar graves problemas: el MERS-CoV o más conocido como el 'virus del camello'.
Una grave enfermedad respiratoria azota Oriente Medio desde años y que infecta a humanos, murciélagos y camellos. Casi todos los pacientes con infección por el virus se han contagiado en los países de la península arábiga y sus proximidades. Se sabe que las secreciones nasales de los camellos son transmisores de la enfermedad y ciertas especies de murciélago parecen ser un reservorio del virus, aunque algunos contagios se han producido por contacto directo o cercano con una persona infectada. Se han producido casos en el personal sanitario que atendía a los pacientes.
El peor dato sobre la enfermedad es un índice de mortalidad. A diferencia de otros coronavirus, el MERS-CoV es mucho más letal entre los que han contraído la enfermedad: el 35% de los contagias ha muerto, según datos de la Organización Mundial de la Salud. A pesar de que los casos se han infectado allí, han habido casos en muchas partes del mundo como el Reino Unido, Estados Unidos o España, donde una mujer dio positivo en noviembre de 2013.
Qatar, la sede del Mundial, ha reconocido de 28 casos y 7 fallecidos en el interior de sus fronteras aunque otras fuentes indican que podrían ser datos maquillados por el regimen catarí para no despertar el miedo.
Según la web especializada MedLine, el virus puede propagarse entre personas que tienen contacto estrecho y esto incluye a los trabajadores de salud que atienden a las personas con MERS.
El período de incubación de este virus no se conoce con precisión. Se trata del lapso que transcurre entre el momento en que una persona se expone al virus y en que presenta los síntomas. El período de incubación promedio es de aproximadamente 5 días, pero hay casos en que se presentaron de 2 a 14 días después de la exposición.