Marc Márquez volvía a sorprender en el circuito de Las Américas. Después de dos temporadas luchando contra diversas adversidades (lesiones, problemas de visión, etc.), Márquez volvió a protagonizar un espectáculo sobre el asfalto. A pesar de ser Bastianini quien se llevó la victoria, Marc comenzó la carrera en 24º posición y la terminó en 6º, adelantando rivales de dos en dos.
Marc Márquez que se lo quiso tomar con calma en su regreso tras sufrir un nuevo proceso de "diplopía" en su visión, pero que llegó a la carrera "muy vivo" y con muchas ganas de competir. La electrónica le jugó una mala pasada al piloto de Repsol Honda, que se quedó "clavado" en la salida y de una más que meritoria octava posición en la formación de salida que le habría permitido pelear por el podio, sino por la victoria, pasó al último lugar y obligado a remontar sin cometer fallos.
Y si algo quedó claro a tenor de todo lo visto, es que Marc Márquez sigue siendo el mismo de siempre, ambicioso, agresivo y luchador nato, lo lleva "de serie" en su ADN. Lejos de hundirse tras dejarle "plantado" su Repsol Honda, comenzó una remontada que en las primeras vueltas le llevó a adelantar rivales de dos en dos, hasta que la situación, con los más rápidos, se complicó.
En ningún momento arrojó la toalla Marc Márquez, sólo lo hizo cuando su resistencia física le dijo 'hasta aquí hemos llegado', pero es que en ese momento era sexto, había superado al vigente campeón del mundo, el francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1).
"Hemos tenido un problema técnico y Honda está investigando lo que ha pasado, aunque ya más o menos lo saben, pero, desde que he llegado a la parrilla, he visto varias alarmas, he intentado salir sin perder mucho, pero la moto estaba loca y pensé que había algo grave porque entre la salida y la primera curva no podía empujar con la moto, como si tuviera activado el ‘pit limiter’", ha explicado Márquez sobre los problemas con su moto.
"La moto funcionaba más o menos de manera correcta, no perfecta, porque había algo mal, pero a partir de ese punto he empezado otra carrera, ha sido como una carrera a sprint donde lo he dado todo. He pensado, voy a darlo todo", recalcó el piloto de Repsol.
"Mi objetivo aquí era recuperar la confianza, intentar no tener ninguna caída en todo el fin de semana, a pesar de que los doctores me dijeron que todo estaba bien, pero estaba asustado por mi cabeza. Había tenido un impacto muy reciente hace solo dos semanas", recordó Márquez.
"Lo que he aprendido es que con este campeonato, con estas motos, tú no puedes predecir un gran premio y no puedes llegar a una pista y decir 'en esta pista puedo ganar o puedo hacer top 5', porque no lo sabes, y durante el fin de semana necesitas aceptar dónde estás y si estás décimo, terminarás décimo, si bien luego puedes asumir más riesgos, porque mi objetivo es estar siempre en el podio, pero por ahora no es hora de pelear siempre por los podios", reconoció sincero Marc Márquez.