Fernando Alonso anda tocado por una varita mágica, la de la mala suerte. El botín del asturiano en las tres primeras carreras del Mundial de Fórmula 1 es de solo dos puntos. De nuevo, la mala fiabilidad del Alpine y varios golpes de mala suerte volvieron a condenar las opciones en carrera del dos veces campeón del mundo.
El piloto asturiano venía para hacer la 'pole' en la clasificación del sábado, pero de nuevo, un fallo en la fiabilidad del Alpine dio al traste con sus opciones de estar entre las primeras posiciones. La carrera del domingo siguió los mismos derroteros.
Aunque la estrategia era la correcta y todo invitaba a pensar que habría remontada, un 'safety car' provocado por un accidente de Sebastian Vettel volvió a enviarlo hasta las últimas posiciones de la parrilla. Para colmo, su Alpine volvió a sufrir una fuerte degradación en los neumáticos tras el 'pit stop' que lo condenó hasta la definitiva posición 17.
Tras la carrera, Fernando Alonso. El asturiano se había quedado sin palabras y no era para menos. En el fin de semana con el mejor monoplaza hasta la fecha, el ex de Ferrari no terminó ni en los puntos. Su cara en las entrevistas con la prensa, era un poema.
"En Yeda al retirarnos cuando hacíamos sextos, hoy hubiésemos hecho séptimos con facilidad y, sin el problema de ayer, quizás incluso podio, viendo que Max -Verstappen- se retiró. Perder un podio aquí y un sexto en Yeda sin tener mucho que hacer duele, pero no hay que darle muchas vueltas, hay que pensar en la siguiente. Hemos hecho tres, quedan 20 y tendremos muchísima suerte en alguna de esas 20", señaló Fernando Alonso.
"No podíamos parar para cambiar ruedas porque era muy pronto para poner las amarillas. Luego salió otro 'safety car' y tuvimos que parar sí o sí, pero era demasiado pronto para poner las amarillas, y al final, fuera de los puntos. Sin palabras", finalizó.
Fernando Alonso ya lo dejó caer el pasado viernes: "Correré dos o tres años más, aquí o en otro equipo". Unas palabras que son un aviso a navegantes a Alpine. El asturiano volvió a la Fórmula 1 para ser campeón de nuevo y aunque el monoplaza de la escudería francesa tiene ritmo, no tiene fiabilidad.
Y sin ella, es imposible levantar de nuevo el entorchado. Con contrato hasta final de esta temporada, el asturiano se tendrá que replantear su futuro a partir de los meses de verano.