La temporada de Fórmula 1 no ha podido empezar mejor para Ferrari. Tras una buena clasificación llegó la carrera en donde Charles Leclerc se hizo grandes ante el campeón del mundo y Carlos Sainz supo meterle el colmillo Verstappen cuando se desinfló. El piloto español habló tras hacerse con el segundo puesto avisando de que la escudería italiana tiene pensado dar guerra este año.
"Hoy estamos de vuelta, y de vuelta como Dios manda, que es donde deberíamos haber estado los últimos dos años. El trabajo duro está dando sus frutos. Ha sido un fin de semana complicado, no voy a mentir, no tenía el ritmo, pero he podido aguantar aguantary conseguir este doblete para el equipo. Tengo deberes que hacer para volver más fuerte", señaló tras la carrera en Sakhir.
Además, el madrileño analizó su adelantamiento al vigente campeón, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), a falta de tres vueltas para el final, una pasada que le permitió subirse al segundo cajón del podio. "En la resalida he tenido una buena oportunidad he tenido una buena oportunidadporque no ha salido muy bien detrás de Charles, pero se ha defendido bien", indicó.
"Luego he visto las luces en la parte trasera de su coche y he pensado 'esta es mi oportunidad' y he salido a por ello. Tuvo mala suerte, porque condujo bien para conseguir el segundo puesto; se ha tenido que retirar, es duro, pero es bueno para Ferrari", finalizó.