Mercedes ha sorprendido a propios y extraños en la primera jornada de test de Baréin. La escudería alemana ha presentado el W13 'B', una versión revolucionaria de su monoplaza para 2022 y que puede ser un gran golpe encima de la mesa de cara a volver a convertir a Hamilton en campeón del mundo. La ausencia de pontones ha llamado la atención de todos, entre ellos, el propio Max Verstappen.
La escudería alemana de Fórmula Uno 'Mercedes' rodará en las pruebas oficiales de Baréin con un coche modificado, diferente al que compareció en los test de Barcelona, y podría ganar algo más de un segundo por vuelta respecto a los tiempos obtenidos en el Circuito de Montmeló.
El W13, coche que pilotarán los británicos Lewis Hamilton y George Russel, ha sufrido una modificación clave en los llamados 'pontones laterales' -encargados de la refrigeración del coche y de la estabilización del aire que entra en el monoplaza- y que supondrían una ventaja diferencial para el campeonato que rondaría el segundo por giro.
Se trata de un monoplaza casi enteramente sin paneles laterales, cuya desaparición habría dado lugar a una imaginativa pero eficaz disposición de los radiadores en la parte más alta de la carrocería, a la que se atribuyen unas prestaciones en el simulador cuanto menos impresionantes, con ganancias más de un segundo por vuelta.
Esta modificación "está preocupando a los técnicos de todos los demás equipos", pues el heptacampeón del mundo y el joven talento británico estarían corriendo con "una auténtica versión B del Mercedes".
Baréin acogerá los test oficiales de pretemporada del 10 al 12 de marzo, donde se conocerá si Mercedes gana esa ventaja de tiempo con la nueva modificación en el Circuito de Shakir (Baréin), trazado en el que también dará comienzo la temporada 2022 el 20 de marzo.