Carlos Sainz ha empezado la temporada con luces y sombras. Tras un primer año buenísimo en Ferrari y la demostración de estar en un monoplaza contendiente al título, el piloto madrileño está ahora a muchos puntos de diferencia de su compañero Charles Leclerc y para colmo, aún no ha firmado una renovación que se daba por hecha desde hace semanas.
Con contrato solo hasta final de temporada, igual que su amigo Fernando Alonso, Carlos Sainz se apresuraba para firmar la renovación cuanto antes. Una ampliación de contrato que hace unas semanas se daba por cerrada, y a la que Binotto le quitó toda preocupación. El anuncio oficial estaba acordado para primeros de abril, sin embargo, entramos en la última semana del mes y aún no se conoce ninguna información al respecto.
Algunos portales especializados como F1Insider, apuntan a una estancamiento de las negociaciones. Un frenazo en seco que respondería a desavenencias en lo que a los años de contrato se refiere. Mientras Carlos Sainz quiere cerrar un contrato de dos años, en Ferrari quieren una fórmula de 1+1. O lo que es lo mismo, renovarlo por un año y decidir a final de la temporada de 2023. Quien sabe si para sustituir al madrileño por el hijo pródigo, Mick Schumacher.
Tras abandonar en Australia por un error de pilotaje, a Carlos Sainz no le queda otra que dar un paso adelante en lo que a ritmo se refiere. Ahora mismo, Charles Leclerc está a años luz del piloto madrileño y si quiere optar a ser campeón del mundo, debe cerrar esa diferencia.
Su hijo está esta temporada en posesión de luchar por el campeonato del mundo de Fórmula 1. Por ello, Sainz padre no se separa de él. Sus consejos son bienvenidos no solo por parte de su propio hijo, sino por toda la escudería Ferrari.