Lewis Hamilton y Max Verstappen se juegan este fin de semana en Abu Dabi ser campeones del mundo de Fórmula 1. Para el neerlandés sería el primer título mundial, para el británico, el octavo, lo que le convertiría en el piloto con más campeonatos de toda la historia. Pero además, el de Mercedes tiene 'otro' premio cuantioso en juego.
Unos cuatro millones de euros son los que pone en juego este domingo sobre la pista de Abu Dabi Lewis Hamilton. Un bonus que el inglés se ha llevado en seis de las últimas siete temporadas y que sirve de impulso económico al piloto inglés, el mejor pagado de largo del campeonato.
Hamilton percibe unos 49 millones de euros por temporada, según lo que firmó antes del comienzo de este campeonato con el equipo alemán, pero se lleva también un pellizco en concepto de bonus, que compensa el hecho de que no exista 'prize money' en este deporte por Gran Premio ganado. Ni siquiera lo hay para el piloto que se lleva el campeonato del mundo. Todo el dinero que perciben los pilotos lo hacen a través de la relación contractual con su equipo, además de los patrocinios personales.
El piloto de Stevenage, junto a su sueldo, tiene una serie de primas en función de las carreras que gane y si consigue el título a final de temporada o no. Tras conquistar su séptimo título en 2020, según Forbes, Hamilton reclamó 4 millones adicionales que este año pone en peligro por el empuje de un Max Verstappen que está muy lejos de las cifras del británico y se embolsa 23 millones de euros como salario base por temporada y que, con todas las primas del año, podría incrementar hasta 37 millones.
A diferencia de otros deportes, donde los patrocinios ocupan una parte muy importante, y en muchas ocasiones mayor que los ingresos del propio deporte, en la Fórmula Uno, los continuos viajes y las restricciones por parte de los equipos rebajan de raíz estas pretensiones.
Esto no impide a Hamilton ser el piloto que más percibe a final de año por sus patrocinadores, con unas ganancias estimadas de 10 millones de euros, muy por delante de un Verstappen que apenas llega al millón de euros. El británico tiene acuerdos con la marca de bebidas energéticas Monster, con marcas de ropa como Puma y Tommy Hilfiger, con las tecnológicas Sony y Bose (de auriculares), con la empresa de cascos Bell, y también es embajador del videojuego Gran Turismo Sport.
Sin embargo, Hamilton juega un papel muy importante también en los patrocinios de su propio equipo y en los últimos años ha añadido un matiz protesta a sus actuaciones en la pista. La lucha por el movimiento 'Black Lives Matter', con el uso de vestuario negro y el cambio de color de coche, de gris a negro, es uno de los ejemplos más claros de una de las cláusulas del contrato de Hamilton, que especifica que Mercedes tiene que apoyar sus causas.