Fernando Alonso ha encontrado en Aston Martin todo lo que no tenía en Alpine: un monoplaza competitivo y una relación de admiración y respeto con sus mecánicos e ingenieros. El piloto asturiano tiene un nuevo ritual - que perdió en sus dos años con la escudería francesa - y que vuelve a demostrar que además de un gran piloto, es una excelente persona.
Un vídeo de Aston Martin tras la carrera demuestra como tras el podio, las entrevistas y ducharse en el motor home, Fernando Alonso volvió a su box en el circuito para saludar personalmente, uno por uno, a todo el personal del equipo que se encontraba todavía en el circuito a esas horas. El bicampeón del mundo quiso agradecer en persona a cada uno de ellos todo el trabajo que hicieron para llevarle a conseguir su podio número 100.
El ex de Ferrari aprovechó su visita al box - que por cierto llevaba el número 33 por caprichos del destino - para certificarle a sus mecánicos que les pagaría las cervezas en la próxima carrera en Australia, tras ganar una apuesta que se hizo con ellos antes de la carrera. Y es que el buen rollo entre Fernando Alonso y sus mecánicos, es el mejor posible. De hecho, a los mecánicos, ya los han bautizado en redes como "los hooligans de Fernando Alonso".
Un detalle clave para que los mecánicos y los ingenieros den el máximo de sí, es hacerle sentir importantes. Fernando Alonso es siempre de los últimos en abandonar el circuito, un detalle que gusta mucho entre el personal, que les hace sentir que no están solos y que no es tan grande la brecha entre piloto y equipo. "Hay que mandar a casa a la gente", decía Mike Krack sobre el nivel de exigencia y compromiso que hay en la fábrica de Aston Martin a raíz de los dos podios conseguidos por el piloto nacido en Oviedo.