Hace 9 años desde que Michael Schumacher, el legendario piloto de Fórmula 1, tuviera un fatídico accidente esquiando, que le cambió su vida tal y como la conocía hasta entonces para siempre. Desde ese momento, su familia se ha mantenido en silencio y no se ha sabido nada sobre su estado de salud.
A lo largo de su trayectoria, el alemán conquistó dos Campeonatos Mundiales con Benetton y cinco de manera consecutiva con Ferrari. Durante muchos años, fue el responsable de los récords absolutos en la categoría y, a día de hoy, es considerado como una de las leyendas vivientes del automovilismo.
Después de tantos años siendo el número uno, el expiloto consiguió hacerse con una gran fortuna. No solo por su carrera en la Fórmula 1, sino que, aprovechó su popularidad para sacar grandes beneficios a nivel de marketing y contratos de patrocinio. Se estima que el piloto tenga una fortuna de 600 millones de euros.
Solo en su última temporada como profesional de la F1, en 2012, Sports Illustrate, afirmó que, el Kaiser ganó más de 20 millones anuales por su contrato con Mercedes. El piloto llegó a facturar más de 50 millones gracias a sus patrocinios, uno con los que más ingresaba era con Shell, que le pagaba 10 millones por solo utilizar una gorra de la marca en sus apariciones.
Michael Schumacher y su esposa Corina invirtieron el dinero que ganaban en comprar una gran cantidad de propiedades alrededor del mundo. Actualmente, residen en Suiza, a orillas del Lago Ginebra, en una villa que tuvo un precio aproximado de 35 millones de euros para su construcción y que posee 40 habitaciones en más de 2.200 metros cuadrados habitables. Esta villa se encuentra adaptada a las necesidades del piloto tras su accidente de esquí.
También cuentan con un rancho en el mismo país, donde su esposa e hija crían caballos, ya que su hija es jinete y apasionada de este animal. En 2018, además, compraron una propiedad vacacional en Mallorca por 40 millones de euros y, por si fuera poco, los Schumacher son propietarios de una pequeña isla artificial dentro del complejo “The World”.
También tiene una colección de vehículos de lujo que incluye un Fiat 500 Abarth, un Fiat Croma y un Ferrari FXX, entre otros. Por otro lado, en 2005, compró un avión privado, el Falcon 2000 EX de Dassault, que en su momento costó 26 millones de euros.