Fernando Alonso solo lleva un par de días metido ya totalmente en la dinámica de Aston Martin, pero está encantado. El piloto asturiano cogió la mochila este lunes para viajar hasta las inmediaciones de Silverstone donde se encuentra la fábrica de la escudería británica. Desde que puso el primer pie en las instalaciones, al bicampeón del mundo no se le ha borrado la sonrisa.
Están siendo días de mucho trabajo en Aston Martin pero también de mucha ilusión y optimismo. En la escudería inglesa se están haciendo bien las cosas y presumen de ello. Saben que no son contendientes a los dos títulos mundiales - al menos este año - pero tienen toda la carne en el asador puesta de cara a hacer un monoplaza competitivo, fiable y al que Fernando Alonso le pueda sacar a la la última milésima.
Fernando Alonso tomó la difícil decisión de cambiar Alpine, donde el proyecto ya estaba encarrilado, por Aston Martin, uno de los equipos de la parte de atrás de la parrilla y que por aquel entonces planteaba más dudas que certezas. Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón y desde el momento en el que se subió al monoplaza en los test de la temporada pasada, el piloto asturiano quedó encantado con lo que vio.
La complicidad técnica entre el piloto y los ingenieros es total. A diferencia de Alpine, Aston Martín sí valora a Fernando Alonso y sí toma nota de los deseos y consejos - basados en su extensa experiencia - que aporta el piloto de Oviedo. El ex de Ferrari está aprovechando estos días para familiarizarse con los ingenieros, con los mecánicos, para hacerse el asiento del nuevo monoplaza y para ponerse al día de las últimas novedades del diseño del monoplaza. Se ve en todas las imágenes que comparten tanto el piloto como el equipo, Alonso está encantado de empezar esta nueva aventura.