Max Verstappen se ha proclamado este domingo bicampeón del mundo de Fórmula 1. El piloto neerlandés ya tiene los mismos títulos mundiales que Fernando Alonso. A diferencia de otros deportes donde el campeón recibe una importante suma de dinero, en el 'Gran Circo' no se reparte ni un euro más.
Ni la Fórmula 1 ni la FIA otorgan premio económico al campeón del mundo. La única posibilidad de que el título le reporte algún beneficio económico extra a Max Verstappen es que el piloto de Red Bull tenga firmado alguna cláusula especial o bien con su escudería, o bien con alguno de sus numerosos patrocinadores.
Aun así, no ganar un dinero extra no es ningún problema para Max Verstappen y es que el piloto neerlandés se embolsa alrededor de 50 millones por temporada. De hecho, el de Red Bull amasa una auténtica fortuna económica a sus 25 años de edad.
A falta de cuatro citas para el final, 'Mad Max' revalidó el título con su duodécima victoria del año y después de que el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que terminó segundo, sufriese una sanción de cinco segundos por saltarse la última chicane y se viese lastrado hasta la tercera plaza, adelantado por el mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Red Bull).
Todo desembocó en una situación surrealista en la que, durante un cuarto de hora, no se supo exactamente si el holandés había alzado de manera matemática el título. Según el reglamento, no se podrán repartir todos los puntos si no completa el 75% de las vueltas antes de ser suspendida definitivamente la carrera; sin embargo, al no haberse suspendido en este caso y a pesar de haber quedado reducida a 28 vueltas, se reparten todos los puntos.
En el Gran Premio más extraño de los últimos tiempos, todo se resolvió finalmente en una especie de esprint de 40 minutos después de un inicio frustrado por la lluvia que obligó a suspender la prueba durante más de dos horas.
En la primera salida, Verstappen supo defender su posición de privilegio ante Leclerc, mientras Sainz perdía el control de su vehículo y se iba contra las protecciones a la salida de la horquilla en una situación peligrosísima de falta de visibilidad.