Fernando Alonso terminó quinto la primera jornada de entrenamientos oficiales de cara a las 500 millas de Indianápolis, que se disputan el 23 de agosto, en una prometedora toma de contacto de cara al asalto a la 'Triple Corona'.
La Indy 500 es la corona que le falta al asturiano para tener esa 'Triple' gesta que solo logró Graham Hill, ganando además el GP de Mónaco de Fórmula 1 y las 24 Horas de Le Mans, y que supone la adaptación y categoría de un piloto al mando de cualquier volante. Es el reto de un Alonso con trabajo por delante antes de volver a la Fórmula 1 el próximo año en el equipo Renault.
En un nuevo intento por conquistar Indianápolis, Alonso ha comenzado con buen tiempo, buen ritmo, pero pocas vueltas en su Ruoff Arrow McLaren SP Chevy número 66. El doble campeón del mundo de F1 y campeón del Mundial de Resistencia fue quinto a dos décimas (2,3) del mejor, James Hinchcliffe.
Alonso eso sí fue el primer Chevrolet y firmó ese 'Top 5' que, sin estar este curso compitiendo en la Indy Car, dejó claro que el ovetense no olvida un circuito o un campeonato aunque pase mucho tiempo. Eso sí, el español solo dio 29 vueltas al óvalo americano, una de las tandas más cortas de la parrilla.
"Del Dakar a los óvalos, creo que no hay nada más extremo. Siete meses después qué bueno subirse a un coche de carreras. Mañana más", escribió el propio Alonso en su cuenta de Twitter. El también español Álex Palou, que debuta en la prueba, fue octavo.