El piloto británico, Lewis Hamilton, sigue echándole su pulso particular a la FIA. En esta nueva temporada que está a punto de comenzar, la Federación Internacional del Automovilismo ha hecho una modificación de su reglamento, donde prohíbe hacer declaraciones políticas en público y correr con joyas o piercings.
Hamilton está dispuesto a incumplir estas dos nuevas normas y piensa disputar el Gran Premio de Bahrein con los complementos que le vengan en gana. La propia Fórmula 1 en uno de sus documentos oficiales de control previos al arranque de los motores en el circuito de Sakhir, ha asegurado que el piloto británico podrá correr con el piercing debido a la posible "desfiguración del rostro ante los intentos frecuentes de retirarlo".
No es la primera vez que Hamilton se niega a cumplir esta normativa pensada para mejorar la seguridad de los pilotos en caso de accidente y tampoco es el único rifirrafe que el británico mantiene activo con las autoridades de la F1. El presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, introdujo en el nuevo reglamento la posibilidad de sancionar a los pilotos que expresaran opiniones políticas durante los Grandes Premios y Hamilton contestó que piensa seguir haciéndolo.
El siete veces campeón de Fórmula 1 señaló que el 'W14' está lejos de sus competidores, como Red Bull, que fue la escudería que se vio más fuerte en la pretemporada. "Supe desde el primer momento en que manejé el auto dónde estábamos y cuáles serían los retos", asegura el piloto.
"Han sido unos días interesantes aquí en Baréin. Ha habido mucho que descubrir y todo el equipo lo ha abordado con la misma mentalidad, trabajando duro, sin ser complaciente y estando enfocados. No estamos del todo donde queremos estar, pero es una buena base para comenzar", indicó en declaraciones que facilitó su equipo.
"Creo que mejoramos el automóvil con el avance de las sesiones. Todavía hay mucho trabajo por hacer, pero estamos en mejor forma para la próxima semana", advirtió.