El futuro de Sergio Ramos es una incógnita a falta de dos jornadas para terminar La Liga. El capitán del Real Madrid tiene desde hace meses sobre la mesa la ampliación de su contrato por una temporada más aplicando una reducción salarial del 10% justificada por la pandemia del coronavirus. Al sevillano no le convence esta propuesta.
El defensa considera que se ha ganado sobre el césped un último esfuerzo del club para renovar. Pero desde las oficinas del Santiago Bernabéu, donde se mide cada euro consciente de la crisis económica y de la revolución que necesita el equipo, no están por la labor de ampliar su oferta.
En ese punto se encuentras las negociaciones entre Ramos y el Real Madrid. Ninguno de los dos está por la labor de dar el brazo a torcer y el tiempo se esfuma. El próximo 30 de junio el camero dejará de tener contrato con los blancos.
Ramos espera que en estos apenas 40 días que quedan el club al que llegó con 18 años suba la oferta de renovación. El capitán es consciente de las dificultades pero cree que el Real Madrid dará un último empujón por retenerle. Su principal deseo fue siempre quedarse al igual que el del club, pero la distancia entre ambos se amplía con el paso de los días.
Con estos factores entra en juego el Paris Saint Germain. El conjunto francés –que busca crear un megaproyecto coincidiendo con el Mundial de Catar- vigila de cerca los movimientos de Ramos. Son conscientes que el sevillano comienza a ver con buenos ojos trasladarse a París y, sobre todo, jugar al lado de Neymar.
El brasileño, recientemente renovado hasta el año 2025, puede jugar un papel fundamental a la hora de resolver el futuro del capitán del Real Madrid. Neymar y Ramos mantienen una buena amistad y han compartido patrocinadores e intercambiado elogios mutuos.
Al entorno de Ramos le ha llegado que el proyecto parisino va en serio. La renovación de Neymar, la ‘mano dura’ con Mbappé o la filtración de que pujarán por Messi han aumentado las esperanzas de convencer al capitán de la defensa merengue.
No será fácil pero el tiempo pasa y Ramos y el Real Madrid siguen distanciados. Unas negociaciones congeladas desde hace meses. Tan solo quedan unas semanas para conocer el desenlace de este ‘culebrón’ que sobrevuela el nuevo estadio Santiago Bernabéu.