Leo Messi se despidió del barcelonismo y lo hizo arropado por su familia y compañeros. Minutos antes de que rompiese a llorar, el argentino se encontró cara a cara con Joan Laporta y el vicepresidente Rafael Yuste.
El delantero saludo con un frio apretón de manos al presidente del Barcelona, dejando en evidencia ante todo el público que su relación no pasa por el mejor momento. Atrás quedan los meses donde Laporta presumía que “solo conmigo se quedará Messi”.
Messi se va del Barça tras dos décadas asegurando que “es muy difícil para mí, toda mi vida está aquí, y no estaba preparado para irme. Este año estaba convencido de que seguiría en nuestra casa, lo que más queríamos”.