El Madrid empató en el Bernabéu contra el Elche (2-2). Los blancos comenzaban enchufados tras haber sufrido en Copa del Rey. Gozaron de varias ocasiones hasta que llegó la más clara: el penalti a Vinicius. Benzema, que no tuvo su mejor tarde, lo tiró y falló. Antes del descanso, un error defensivo desembocaba en el gol de Lucas Boyé. A los de Ancelotti les costó ir a por el partido en el segundo tiempo, salvo en los últimos minutos que se fue arriba. Cuando mejor estaban llegó el tanto de Pere Milla en el 76. La emoción al final la puso con la pena máxima que transformó Modric. El Madrid no habría dicho su última palabra y Militao en el descuento puso el empate definitivo.
El conjunto blanco mantiene la distancia en el liderato de la Liga respecto al Sevilla y continúa invicto en su feudo en la competición doméstica.
Ya avisó el italiano Carlo Ancelotti de que iba a ser un partido complicado y de que sus jugadores deberían “estar motivados” “estar motivados”para sacar los tres puntos, aunque lo que les faltó fue puntería.
Sin una gran circulación de balón, pero con ocasiones continuas que no terminaron en gol. La más clara, un penalti errado por el francés Karim Benzema en el minuto 33 de partido. Cambió su lado de seguridad desde los once metros. Lo lanzó a su derecha y quiso ajustar tanto su disparo que el balón se marchó por encima del travesaño.
Sorpresa en la grada. El galo no había fallado ningún penalti con la camiseta del Real Madrid (16) y se rompió así, además, la mejor racha de penas máximas anotadas de forma consecutiva por parte del conjunto blanco (34).
Los de Ancelotti cargaron el juego por la banda derecha, pero Lucas Vázquez sigue sin estar fino en los centros y el mayor peligro llegó en uno suyo que se envenenó y tocó en el travesaño.
Vinicius, por el otro costado, termómetro de la energía del Real Madrid, tuvo una ocasión en los primeros minutos, forzó el penalti y poco más. Aún así, los locales, sin encontrar las facilidades defensivas que tuvieron en la Copa del Rey, firmaron hasta 13 remates, cinco a portería, obligando a Edgar Badía a emplearse a fondo, sobre todo en un libre directo de Toni Kroos en el que el portero del Elche 'voló' para evitar el gol.
Una falta de contundencia ofensiva que sí tuvo el Elche. Primer tiro a puerta en el partido y primer gol, en el minuto 42. Buena jugada por la banda izquierda y Fidel, que había entrado al terreno de juego en el 23 tras la lesión de Tete Morente, puso un centro perfecto y Lucas Boyé, colándose a la espalda de Militao y por delante de un Alaba al que se le escapó la marca, remató a bocajarro y 0-1.
El descanso sirvió al Real Madrid para refrendar su plan, al que solo le faltó puntería, pero vivió siete minutos fatídicos que lastraron sus opciones de empatar rápido.
En el minuto 50, el colegiado pitó un penalti sobre Hazard cometido, supuestamente, por Helibelton Palacios -hubiera sido el segundo en su haber-, pero cambió de opinión al ir a verlo a la pantalla. Y Benzema pasó de poder redimirse de su fallo a, siete minutos más tarde, marcharse lesionado por una aparente lesión muscular.
El Real Madrid siguió volcado en busca del empate, pero fue el Elche el que golpeó de nuevo. Una gran acción técnica de Boye en el minuto 76 para deshacerse del marcaje de Alaba y ponerle el balón a Pere Milla significó el 0-2 ante la incredulidad de los locales, que recibían el segundo gol en su segundo disparo a puerta recibido.
Parecía ventaja suficiente para llevarse los tres puntos, pero fue el propio Milla el que se encargó de dar vida a un Real Madrid que necesita muy poco para creer. Brazo extendido del centrocampista en el salto tras un córner y penalti que se encargó de transformar el croata Luka Modric en el minuto 80.
Y el Real Madrid creyó hasta el final. En el minuto 93, el brasileño Eder Militao remató de cabeza un centro de su compatriota Vinicius para certificar un empate que, a priori, sabría a poco, pero que con 0-2 abajo en el minuto 76 tuvo sabor dulce para el conjunto blanco ante un incrédulo Elche.