No fue una reunión hostil pero tampoco amable. El fichaje de Ronald Koeman por el FC Barcelona tiene una doble lectura: quiere cambiar el rumbo del equipo y hacer una limpia en el vestuario, caiga quien caiga. Y así se lo hizo saber a Leo Messi.
El capitán del FC Barcelona se reunió con su nuevo entrenador pero fue un contacto que el técnico holandés quiso controlar desde el primer momento. No fue una reunión como Messi se esperaba. Ronald Koeman estuvo firme y duro y nada cercano con Messi al que advirtió de que se habían acabado los privilegios que había tenido la plantilla en los últimos años. La conversación no fue demasiado conciliadora y el ambiente que se vivió fue tenso.
En esta reunión, Koeman le dijo al capitán que iba a ser inflexible, que llegaba con sus condiciones y que la prioridad será el equipo. Además, le advirtió que se acabó la autogestión en el vestuario y es que la idea del técnico holandés es acabar con algunos hábitos de la plantilla. La reunión acabó con Messi descontento y sorprendido.
Pese a ello, Koeman considera a Messi como la piedra angular de su proyecto deportivo y quiere mantenerlo en la plantilla, pero el delantero argentino va a tener la última palabra. De hecho, tal y como reveló RAC1, el jugador le comunicó que en esos momentos se veía más fuera que dentro del club.
A Koeman no le ha temblado el pulso desde que llegó al cargo. De hecho, en tan sólo unos minutos de conversación se cargó de un plumazo a Luis Suárez y a Arturo Vidal explicándoles que no cuenta con ellos de cara a la próxima temporada y que buscaran una salida con el club. Una decisión que no habrá gustado a Messi, ya que guarda una excelente relación con el uruguayo y el chileno.
El nuevo entrenador del FC Barcelona está llamando uno a uno a los jugadores azulgranas para explicarles el nuevo proyecto y el rol que representarían de cara a la próxima temporada. Tiene en la rampa de salida a Rakitic, Umtiti y a Junior Firpo, pero ha confirmado a Jordi Alba que continuará en el equipo. El último con el que ha mantenido una conversación ha sido con Sergio Busquets. El centrocampista catalán sabe que tendrá un papel menos protagonista en la próxima temporada y que su puesto lo ocuparía habitualmente De Jong.
Otro de los que no se moverá será Piqué. El central azulgrana, que ha sido de los pocos jugadores que se han salvado al mostrar un alto nivel competitivo en la temporada, seguirá siendo líder de la defensa y el que pondrá las bases para que se produzca un buen ambiente en el vestuario. Koeman le ha pedido su máxima implicación para que las caras nuevas y los jóvenes de la cantera puedan adaptarse sin problemas al juego del Barça. Pero el club le ha pedido que revise a la baja su contrato para cuadrar cuentas. La decisión está en sus manos.