Antoine Griezmann está siendo uno de los jugadores que más críticas está recibiendo en el inicio de la temporada en el Barcelona. Desde que aterrizó en el Camp Nou no ha demostrado el nivel que ofreció en el Atlético de Madrid, y en un 2020 para olvidar, el francés está en su peor racha goleadora de su carrera: 7 goles en lo que va de año, y solo tres entre Liga y Champions. Y tras alargar su mala racha en la victoria del Barcelona ante la Juventus a un tanto en los últimos 18 encuentros, Koeman le tendió la mano para recuperar su mejor versión.
El delantero por el que el Barcelona pagó al Atlético de Madrid hace poco más de un año 120 millones de euros, sigue sin asentarse en el conjunto azulgrana. En todo el 2020, Griezmann ha disputado 25 partidos en el Barça y ha marcado siete goles, aunque tres de ellos son en Copa del Rey, un doblete ante el Ibiza y uno ante el Leganés, otro en la Supercopa de España en Arabia, y solo tres en 19 encuentros entre Liga y Champions.
Nápoles, en la ida de octavos de la Champions, y Getafe y Villarreal. Griezmann está gafado de cara a portería y lo demuestra con un dato difícil de sostener para un jugador de su valía: un gol en los últimos 18 partidos con el Barcelona. El delantero lo intentó ante la Juventus y mejoró sobre el terreno de juego, pero volvió a estrellarse contra el palo en un disparo en la primera parte y un tiro demasiado cruzado en la segunda. El Barça necesita el gol de Griezmann para subir el nivel y Koeman quiere recuperarlo.
El entrenador holandés había puesto sus ojos en el delantero francés a su llegada al banquillo del Barcelona. Messi había mandado un burofax al club y parecía que la salida del argentino era una realidad, y Koeman quería que Griezmann asumiera el papel de líder en el terreno de juego. La promesa de jugar en su puesto no la pudo cumplir tras la marcha atrás de Messi, y su rol volvió a ser el de la temporada pasada.
Aún no ha marcado en lo que va de temporada y Koeman le sentó en el Clásico y en la Champions ante el Ferencvaros. El holandés le dio un respiro en la titularidad, pero ante la Juventus le recuperó en el equipo inicial porque es un tema que preocupa al preparador culé. Si hace unas semanas le echó más presión encima a afirmar que había ocasiones que un jugador de su calidad tenía que meter, tras el triunfo en Turín le apoyó públicamente.
"Lo único que nos faltó fue sentenciar el partido mucho antes. Hemos tenido muchos remates, ocasiones claras. Tengo que reconocer que en cuanto a Griezmann es mala suerte. El primer palo no se puede hacer mejor y el segundo tampoco. Tiene que seguir trabajando", señaló Koeman tras encarrilar el primer puesto en la fase de grupos de la Champions.