Que Benzema se lesionara es más que un contratiempo para el Real Madrid. El delantero es titularísimo con Zidane y se ha perdido muy pocos partidos. Con su ausencia, el francés tuvo que tirar de el único candidato que le quedaba en el banquillo, Mariano.
El delantero estuvo activo y las que tuvo las enchufó, el problema es que estaba en posición adelantada y fueron anulados. Asensio pegó un bajón con respecto a otros partidos y volvió a estar desaparecido. Quizá de los tres de arriba, él era el que más galones tenía, pero no apareció.
Vinicius estuvo intentándolo con sus regates y carreras, pero poco peligro creó a la zaga pucelana. En general, ninguno de los tres consiguieron destacar y al final tuvo que ser un mediocentro el que diera el gol del encuentro. Zidane tampoco estaba contento y de una misma atacada quitó a los tres para meter a dos canteranos y a Isco.
El brasileño estaba activo en el terreno de juego y también en la protesta. Comenzó a recriminarle al árbitro una acción. El técnico desde la banda se percató y comenzó a reñirle porque no siguió al jugador que le había arrebatado el balón y se quedó pidiendo la sanción para el rival.